Aurelio Martínez repasó el proceso de venta del Valencia en su cita ante los peñistas, en la sede de la Agrupación. Defendió ante todo la honorabilidad del Patronato y afirmó que "parece mentira que se ningunee la decisión que tomó la Fundación porque son muchas personas que se comprometieron por el Valencia, pensar que esas personas manipularon me resulta indignante. ¿Pero quién se creen que son ellos? La gente que tomó estas decisiones son gente con criterio, trataron de defender lo que creían mejor para el Valencia". Se refirió a las intenciones del nuevo propietario y dijo que "Lim no se va a llevar el Valencia a Singapur. Al final las personas que han invertido pasan, dentro de unos años pues venderá... A mí Peter Lim me dijo que su objetivo era ganar la Champions. Lo imporante es que fortalezca el Valencia, lo ponga en su sitio, que recuperemos el respeto europeo".

El expresidente explicó que "si no hubiera sido por la actitud de Amadeo no sé qué hubiera pasado, jugó un gran papel", en referencia a la cita que tuvo lugar en la sede de Bankia el 16 de enero de 2014, cuando "hubo una fuerte confrontación entre Amadeo y Bankia, que tenía su posición tomada, fuimos a defender que el Valencia también tenía que estar en las negociaciones". Dijo, además, que "en la Fundación no tuvimos colas de empresarios valencianos, íbamos casi todos los días a ver si había suerte... pero no, ningún empresario valenciano hizo una oferta ni sensata ni insensata. NInguna. Si hubiera habido alguna oferta normal, con requisitos mínimos, se habría planteado".

El expresidente de la Fundación reitera que él no entró para vender el Valencia, aunque hubo un hecho que cambió todo el panorama: "A mí me llamó Císcar, no me ofreció la presidencia sino entrar en la Fundación, estaba Varona en ese momento y me dijo que controlara la parcela económica. Yo le puse condiciones, el apoyo incondicional de la Generalitat porque tenía el aval, y también que nos apoyase en la refinanciación. Se comprometió y dijo que sí. Se fue Varona y me dijeron que me hiciera cargo y lo acepté. El hecho que cambió el proceso fue la famosa sentencia de la jueza Alabau con el aval, Bankia se sentía cómoda con el aval de la Generalitat. La Generalitat se aparta del proceso, Bankia se queda sola y busca una solución. El proceso cambió de dirección y eso es porque cambiaron las posiciones. En octubre Bankia prescinde de la parte inmobiliaria y se la da a una sociedad de la que forma parte Cerberus. Bankia nos lo hace saber y el proceso se quiebra en diciembre, cuando dicen que van a vender".

Aurelio recuerda cómo estaba la situación y cuál era el clima en el momento en que la Fundación da un giro y decide vender las acciones: "la Generalitat ya estaba de perfil porque no había aval, Bankia buscaba inversión, los empresarios valencianos decían que debían vender al Valencia al primero que pasara por la calle, la Fundación no tenía ningún apoyo ni respaldo... ¿Qué le hacía falta al Valencia? No sólo un comprador, había también que invertir comprando jugadores y cuando planteamos los objetivos pusimos eso en las condiciones, que comprara jugadores, que capitalizara el club...".

Aún así, mantiene que "nuestro objetivo inicial no era vender, pero hay que reconocer que la alternativa iba a ser larga y dolorosa, no teníamos dinero para fichar, aunque la afición y todos nosotros quizá lo hubiéramos preferido. Me dio pena vender pero no a Lim, la solución ha sido bastante razonable, hay un equipo joven con mucho porvenir, tiene clase y hay que dejarle tiempo. Si hubiéramos tenido malos resultados nos hubieran crucificado, pero como tiene 50 puntos...".

"Tentados de presentar la dimisión y marcharnos todos porque no nos habían llamado para eso, pero había dos argumentos que nos podían: si nos íbamos nosotros Bankia podía hacer lo que le diera la gana. Después, si estábamos todos unidos tendrían que pasar por encima nuestro. Aunque hubo tensiones, se conformó un núcleo muy potente, incluso hubo momentos que lo pasamos bien".