Lo que cuesta en términos brutos la ficha anual de un futbolista importante de la plantilla, lo que ingresa el club por la venta de Andrés Guardado al PSV Eindhoven o el doble de lo que ha costado el cambio de cara que se ha llevado a cabo en el viejo estadio. Alrededor de los tres millones de euros es el precio que tendrá que pagar el Valencia CF por la demolición del viejo Mestalla, así como la retirada de los miles de toneladas de escombros que provocará, un coste que según figura en los acuerdos pactados en su día y firmados recientemente con el Ayuntamiento de la ciudad estará obligado a asumir el propio club una vez quede liberada la parcela donde está ubicado el estadio.

El Valencia todavía jugará algunas temporadas más en el viejo Mestalla, que según los planes iniciales ya no tenía ni que existir y sin embargo acaba de ser sometido a una operación de tuneado que lo convierte en referente mundial. Pero el proyecto del nuevo estadio empieza a tomar velocidad para cumplir los plazos y que el equipo pueda debutar en el mismo en 20192019, el año del centenario.

Colapso

Será a partir de entonces cuando se pueda proceder a la voladura de la enorme estructura de hormigón, una operación muy delicada por la proximidad de los edificios colindantes y que solo puede ser ejecutada por una compañía especializada. Derribos de estas características se realizan habitualmente por colapso, es decir, mediante la rotura de elementos críticos de la estructura de provoca el desequilibrio y caída de la misma en la dirección establecida previamente, que en el caso de Mestalla será hacia el interior del terreno de juego. La mayor parte de la estructura de hormigón que forma las gradas se autodestruye en la caída.

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