David Martínez Gorriz tiene 20 años. Es de Burjassot, pero vive en la Pobla de Vallbona. Es socio del Valencia. Nunca falla a Mestalla y siempre que puede ahorra dinero para viajar con su equipo. Esta temporada ha estado en Villarreal y Elche, también en Granada, pero los precios del Camp Nou fueron prohibitivos para él. Como para mucha gente. Decidió verlo en un bar rodeado de sus amigos. Vibró con el fútbol de los de Nuno. Sufrió con el resultado. Con orgullo. Sin consuelo. Ayer por la mañana fue uno de los miles de valencianistas que se levantó de la cama dándole vueltas a la cabeza a un partido que a los puntos siempre hubiera ganado el Valencia. "Me levanté con la mala leche de cómo perdimos contra el Barcelona y pensé... ¿mala leche? ¿Por qué? ¿Por qué tenemos que estar tristes? Nuestro esfuerzo nos ha costado los 65 puntos que tenemos, así que claro que podemos jugar la Champions y acabar terceros. ¡Lo vamos a conseguir! Entonces he pensado en hacerme una foto con el escudo de mi habitación y subirlo a las redes sociales con el lema ‘Junts podem’ para que los jugadores viesen que no están solos en esta lucha y que juntos podemos. Entonces se me pasó por la cabeza... ¿y por qué yo solo? ¡Qué lo hagan todos! Y el siguiente paso fue ponerme en contacto con Carlos Bosch para que el mensaje llegue al equipo a través de SUPER. Aquí estamos. Estamos con ellos. Deben de saberlo más que nunca el entrenador y los futbolistas. Vamos a alentar al equipo en estas seis últimas jornadas de Liga en las que nos jugamos la Champions y lo vamos a conseguir todos juntos".

La iniciativa de David Martínez tuvo una espectacular acogida entre el valencianismo. La afición se moviliza por la Liga de Campeones. Ayer volvió a demostrarlo justo horas después de la decepción del Camp Nou. El ‘Junts podem’ se convirtió ayer en una tendencia en Twitter en Valencia. "Ahora más que nunca, a por la Champions", decía Javi Valero. "Recorremos kilómetros, superamos obstáculos, solo por ti", escribía Xisco Ruiz. ¡Valencia, alee!, gritaba "Junts podem!", exclamaba Clarisa. "Ayer no pudo ser, pero ahora podremos con todo", aseguraba Abu. A pesar de la derrota, todo eran mensajes de optimismo. Cientos de fotografías de aficionados llegaron a la redacción de SUPER con la única intención de hacerle llegar a los jugadores un mensaje: no van a estar solos en las últimas seis jornadas de Liga. En Mestalla no hay duda. El viejo coliseo ha registrado esta temporada uno de los promedios de espectadores más altos de los últimos años. Tampoco estará solo el equipo lejos de casa. Ni en Vallecas, ni en el Santiago Bernabéu, ni en los Juegos del Mediterráneo de Almería. Habrá viaje organizado en los tres últimos desplazamientos del año. L’Agrupació de Penyes del Valencia ya se ha puesto en contacto con el Rayo Vallecano para organizar el viaje y, aunque todavía no se sabe ni el día ni la hora, ya ha recibido peticiones de peñistas para acompañar al equipo contra el Real Madrid y el Almería en la última jornada de la Liga. Como decía Andrea Costa, otra de las aficionadas que mandó su fotografía, "lo bueno se hace esperar, junts podem". El valencianismo, como en Alfield Road, entona más fuerte que nunca el ‘You’ll never walk alone’ porque, como dice el cántico incondicional de los aficionados del Liverpool "nunca caminarás solo".

Para eso es necesario sumar de tres en tres. Quedan solo 18 puntos en juego y el primer objetivo a corto-medio plazo del Valencia es firmar un nueve de nueve puntos antes de la visita al Santiago Bernabéu en la jornada 36. Los de Nuno ya lo consiguieron antes de visitar el Calderón a principios de marzo. El reto ahora es el mismo. Los rivales son otros. El equipo recibe al Granada, visita Vallecas y a continuación será el Eibar quien visite Mestalla. Ningún partido a estas alturas de la Liga es fácil, pero los equipos en teoría son asequibles y el Valencia está obligado a ganar los tres partidos. La Champions más cara de la historia así lo exige. El vestuario sabe que en el fútbol solo valen los goles y está dolido por el resultado del Barcelona porque se hicieron méritos para conseguir al menos un punto, pero a medida que pasan las horas el sabor de boca es mejor. O por lo menos, no es tan malo. El equipo compitió contra el líder de la Liga, durante la primera mitad le acorraló en su campo, y ese es el camino del éxito a seguir para los últimos 540 minutos de la Liga.

El escenario que deja la clasificación podría ser mejor porque el Atlético de Madrid no falló contra el Deportivo en Riazor y se ha escapado a cuatro puntos está jornada, pero no es malo. Ni mucho menos. El desgaste de los de Simeone en la Champions y el Sevilla en la Europa League favorecen al Valencia. Ayer por la tarde, sin ir más lejos, los de Emery pagaron el esfuerzo de la remontada contra el Zenit de San Petesburgo y no pasaron del empate en Los Cármenes frente a un Granada con medio pie en Segunda. Los sevillista dejaron escapar una oportunidad de oro para igualar a 65 puntos con los de Nuno. Sin embargo, no lo hicieron y se quedan dos puntos por debajo que, en realidad, son tres por el gol-average particular. El calendario también juega de lado de los blanquinegros. El Valencia y el Sevilla compartirán cinco de sus últimos seis rivales hasta final de Liga: Rayo Vallecano, Eibar, Real Madrid, Celta y Almería. La diferencia está en el ‘sexto’ y juega a favor del Valencia. Mientras los de Nuno reciben el próximo lunes en Mestalla al Granada en la próxima jornada, los de Unai tendrán que visitar La Rosaleda de Málaga en la última. Nervión sale perdiendo. No lo tiene fácil tampoco el Atlético. Los rojiblancos tienen que visitar a los estadios ‘vecinos’ de El Madrigal y el Ciutat de Valencia y, sobre todo, recibir al Barcelona en su estadio.

Queda mucha Liga, pero lo más importante es que el Valencia está fuerte y lo va a estar mucho más con el apoyo de la afición y con los dos ‘fichajes’ que esperan a Nuno para la recta final del campeonato: Enzo Pérez y Pablo Piatti. Los argentinos se echaron de menos en la segunda parte de Barcelona, pero estarán a disposición del entrenador el lunes contra el Granada. Con los lesionados, con el fútbol de la primera mitad del Camp Nou, con los 65 puntos de la clasificación, con la ambición del primer proyecto de Peter Lim y, sobre todo, con el apoyo incondicional de la afición. Con todo ellos sí se puede. Porque como pensó David Martínez cuando ayer se despertó: "Junts podem!".