El Real Decreto está pensado para igualar la competición y, de hecho, sobre la base de un contrato de 1.000 millones de euros anuales dificilmente algún club alcanzaría los cien, mientras que el menos favorecido según todos los parámetros ingresaría netos 25,4. Sin embargo, Real Madrid y Barcelona han impuesto una disposición transitoria según la cual ningún club puede ver reducidos sus ingresos respecto a su último contrato con la comercialización conjunta de sus derechos audiovisuales. Por mucha vueltas que se dé a los números, con las condiciones del nuevo reparto Real Madrid y Barcelona cobrarían menos que ahora, pero el Real Decreto lo soluciona de esta manera: «Si la cantidad disponible para el reparto entre los clubes y entidades participantes fuera superior a la suma de los ingresos obtenidos por todos los participantes por la comercialización individual de los derechos audiovisuales en la temporada 2014/2015, pero por aplicación de los criterios de reparto la cantidad correspondiente a alguno de los clubes y entidades participantes fuese inferior a la efectivamente ingresada por ese club o entidad en esa temporada, no serán de aplicación los límites del artículo 5.5 y se reducirán los importes a percibir por los clubes o entidades con saldos positivos de forma proporcional a su participación en el incremento global de ingresos. Las cantidades así reducidas acrecerán los importes de los clubes y entidades con saldos negativos hasta alcanzar el 100 por 100 del importe de los ingresos obtenidos en la temporada 2014/2015 por cada uno de ellos.

Este panorama estará vigente para los seis próximos años, en los que la diferencia entre los clubes y entidades que más y menos ingresen no podrá ser superior a 4,5 veces. En ese periodo se estima que el precio de venta de los derechos de la Liga se habrá incrementado hasta el punto en que Real Madrid y Barcelona tendrán sus 140 millones asegurados sin que el resto tengan que renunciar a parte del dinero que por ley les corresponde. Tal como se puede leer en el BOE, «en la medida en que el reparto total supere los mil millones de euros, esa diferencia entre quien ingrese más y menos irá disminuyendo progresivamente hasta un máximo de 3,5 veces, que se alcanzaría con un ingreso igual o superior a mil quinientos millones de euros».