Es el fichaje más delicado de todos cuantos tiene que afrontar el Valencia CF este verano. No por la dificultad, porque el mercado ofrece muchísimas posibilidades para cualquiera de los perfiles que barajan los técnicos, pero sí por las connotaciones que tiene la operación de firmar un portero de máximas garantías para competir en la Champions League cuando tu apuesta para muchos años es Diego Alves -firmó el pasado verano un contrato de larguísima duración- y la decisión es esperarlo todos los meses que haga falta hasta que esté totalmente recuperado para volver a competir.

«Es el mejor portero del mundo, una personas excepcional y uno de nuestros capitanes. Va a recibir todo nuestro apoyo en su recuperación para que vuelva a ser uno de nuestros estandartes». Eran las palabras de Amadeo Salvo horas antes de confirmarse la gravísima lesión que el guardameta sufrió en Almería, defendiendo la portería en el partido decisivo para alcanzar el objetivo de la Liga de Campeones.

Con este mensaje, lanzarse al mercado para buscar un portero titular que cumpla perfectamente su rol hasta la hora de ceder de nuevo el testigo al brasileño es el reto de la secretaría técnica valencianista, un fichaje que además tiene otros condicionantes. El principal, que supone destinar una parte del presupuesto no prevista y aumentar el coste de plantilla para acabar la temporada obligatoriamente con tres porteros, Alves, Yoel y el que venga. Eso será previsiblemente a partir del mes de febrero, cuando Diego Alves esté en condiciones de volver al equipo después de aproximadamente siete meses sin jugar.

Los nombres que tiene sobre la mesa la secretaría técnica van desde un portero joven que ha demostrado estar preparado para el reto como Gerónimo Rulli hasta veteranos con plenas garantías como Víctor Valdés. Para un futbolista del perfil Rulli, que acaba de cumplir 23 años y viene de hacer una excelente temporada cedido en la Real Sociedad, la posibilidad de defender la portería del Valencia en la Champions supone un gran salto en su carrera y en su cotización. Aún así, su primera opción siempre ha sido quedarse un año más en Donosti. Un perfil Valdés ofrece la garantía de un guardameta ´top´, con experiencia y calidad, al que en condiciones normales sería muy difícil llegar en términos económicos. El Valencia ofrece sin embargo la posibilidad de volver a situarlo en el mapa jugando competiciones al más alto nivel, Liga y Champions, hablando siempre de una cesión que no comprometa más de lo necesario los planes del club para el futuro.