El pasado viernes, cuando el Sao Paulo anunció la venta de su mediocentro Rodrigo Caio al Valencia, la posibilidad de que se concretase también el fichaje de Giannelli Imbula sufrió un bajón considerable. Todavía no está muerta, pero sí complicada y a expensas de que el máximo accionista, Peter Lim, acceda a invertir cerca de 20 millones de euros en el centrocampista francés. Ese es uno de los puntos que planteará el presidente ejecutivo, Amadeo Salvo, en el encuentro que tendrá con Lay Hoon, cabeza visible de Meriton y presidenta del Valencia CF. Lim no tendrá mucho tiempo para pensárselo. Según ´L´Équipe´, el presidente del Olympique ha dado un ultimátum y sólo esperará por una oferta del Valencia hasta mañana viernes.

A pesar de contar con un acuerdo para cinco temporadas con el internacional por Francia sub´21, el reloj corre en contra. Mientras aún no se quiere descartar, a la espera de nuevas reuniones en las que se defina la estructura y el funcionamiento del Valencia a la hora de fichar, lo cierto es que tanto Imbula como el Olympique de Marsella se impacientan cada día un poco más ante la «guerra de clanes en el Valencia», expresión utilizada en el mismo diario deportivo francés.

Desde hace semanas el presidente del OM, Vincent Labrune, ha estado dispuesto a negociar la venta de Imbula al conjunto valencianista, sabedor de que el futbolista hasta hace muy pocos días sólo ha querido jugar aquí. Sin embargo, la crisis desatada en la entidad blanquinegra y la falta de cash tras la contratación de Caio provocan que en Marsella aún sigan esperando una propuesta de compra por un jugador al que la secretaría técnica logró a ´atar´. Nuno había dado su visto bueno, aunque horas después avanzó en compañía de su agencia de representación, Gestifute, la llegada de Rodrigo Caio. Las circunstancias, lógicamente, hacen dudar a Imbula sobre sus posibilidades reales de poder vestir la camiseta del Valencia, como era su deseo, y empieza a contemplar otras vías en el fútbol italiano o en la Premier.

Este contexto de incertidumbre, que se ha trasladado a Francia rápidamente, ha hecho que el presidente del Marsella haya filtrado que el tiempo del Valencia se acabará en las próximas 48 horas. Medida de presión o no, la realidad es que este fin de semana Peter Lim puede perder una jugosa posición de ventaja para hacerse con uno de los mediocentros con mejor porvenir del fútbol europeo. La próxima semana el Olympique abrirá sus puertas de par en par a los otros equipos que pujan por Giannelli Imbula, sobre todo, Tottenham, Inter de Milán y AC Milan.

Consciente de que en estas próximas horas en el Valencia se sucederá reuniones decisivas para determinar cuál es la línea de actuación a seguir, Labrune ha decidido esperarse hasta mañana viernes. De todos modos, al presidente del Marsella le corre prisa. El club del sur de Francia tiene un déficit presupuestario de 25 millones de euros. El propio Vincent Labrune se comprometió con el DNCG Dirección Nacional del Control de la Gestión de la liga francesa- a equilibrar las cuentas del club antes del próximo 30 de junio. Para conseguirlo, el OM necesita vender a Imbula y puede que a alguien más.

En cuestión de días, para bien o para mal, el caso Imbula llegará a su fin en el Valencia. Los últimos acontecimientos lo han convertido en una opción sumamente complicada. Este martes el presidente del Marsella comió en Mónaco con Adriano Galliani, director general del Milan. Para los rossoneri el plan A, Kondogbia, es demasiado caro y Galliani trasmitió a Labrune que está dispuesto a ofrecer 18 ´kilos´ por Imbula si, finalmente, los de Mestalla abandonan definitivamente la carrera por el jugador.