A Nico Otamendi los acontecimientos solo le dejaban dos caminos posibles: declararse en rebeldía o presentarse este domingo de vuelta en Valencia. El plan que trazó con su agente, Eugenio López, nada más aterrizar en Argentina hace ya más de mes y medio falló. Ningún club ha pujado fuerte en lo que va de verano por llevárselo, al Valencia ni siquiera ha llegado una oferta en firme y sobre el futbolista argentino pesa ahora la estrategia que diseñaron los que le asesoran. No va a declararse en rebeldía, tiene los billetes en su poder y este sábado se subirá al avión para viajar desde Buenos Aires a Valencia previa escala en Madrid. Volverá a ver a sus compañeros -de los que llegó a despedirse antes de marcharse- y entrenará como un buen profesional. Sabe que el trabajo en pretemporada es su aliado y no puede dejarlo de lado, hasta el punto que lleva desde el miércoles de la semana pasada entrenando en doble sesión. Si tiene que jugar, no pondrá ni una pega en enfundarse la camiseta, pero sabe que es a modo de último servicio. El aficionado no debería hacerse ilusiones, su intención es firme y no ha variado ni un ápice en las últimas semanas: quiere marcharse del Valencia este verano.

Si en las próximas horas no recibe la comunicación por parte de su agente de que cualquiera de los cinco clubes interesados en hacerse con sus servicios ha llegado finalmente a un acuerdo con el Valencia, Otamendi se subirá al avión. En cualquier caso, SUPER pulsó en la jornada del jueves el entorno del futbolista y sus sensaciones no eran precisamente positivas. Está como loco por marcharse y firmar un contrato que le asegure entre 3’5 y 4 millones de euros por temporada y las cosas no avanzan. Su agente y Jorge Mendes se marcaron esta semana como la definitiva para resolver su futuro -a petición expresa del futbolista-, mantuvieron dos encuentros con Manchester City y United en Oporto y el sábado por la noche telefonearon al central para transmitirle las buenas sensaciones. Él estaba de asado en Buenos Aires junto con Erik Lamela y otros jugadores argentinos. Jorge Mendes le dijo al futbolista que su intención era trasladar las dos ofertas a lo largo de la semana...

Todo parecía adquirir una nueva velocidad. La intención del ‘super-agente’ era venir a Valencia lo antes posible para trasladar las ofertas en firme y sellar su salida del club antes de que llegase la fecha en la que Otamendi tenía que subirse al avión. Sin embargo, a día de hoy el Valencia no tiene constancia de ni una sola oferta y sigue adelante a la hora de exigir el pago íntegro de los 50 millones de euros que marca su cláusula de rescisión. No se negocia. Es una postura de club grande, los dirigentes del Valencia tienen la sartén por el mango respecto del futbolista y la afición ha abrazado esta medida con ilusión.

Está dispuesto a dar la cara

A pesar de la negativa del Valencia a negociar, el agente de Otamendi está absolutamente convencido de que al cierre del mercado de traspasos el futbolista vestirá otros colores. No hay ni una sola posiblidad de que continúe en la plantilla, reconoce en privado el representante del central. Sin embargo, el futbolista no lo ve tan claro y no acaban de convencerle las estrategias de este. De hecho, como publicó SUPER este lunes, si no hay acuerdo para su salidad del club, el argentino está dispuesto a dar la cara ante su afición y competir con la misma profesionalidad que el año pasado. Nuno tratará de convencerlo para que siga, lo que implica un aumento en sus emolumentos.