Con el fichaje de Danilo Barbosa el Valencia incorpora un centrocampista total. A sus diecinueve años, el brasileño es una de las apuestas jóvenes más ilusionantes que ofrece el mercado. Un futbolista capaz de destruir, presionar, pedir el balón y lanzar a su equipo al ataque. Gracias a su gran despliegue físico, la arrancada y la llegada al área contraria son dos de sus mejores virtudes. Abarca mucho terreno en el campo y a diferencia de otros futbolistas que ha sondeado en el Valencia en las últimas semanas para reforzar la medular como Augusto Fernández o Imbula, tiene mentalidad defensiva. Su llegada rellena carencias en el centro del campo y complementaría el perfil de Javi Fuego como ´seis´, uno de los puntos flacos detectadas de la pasada temporada. Soluciones tanto en ataque como en defensa y Nuno está encantado con sus prestaciones pero es una apuesta en la que la gestión del técnico se antoja clave para que pueda desencadenar todo el potencial que se le adivina.

El luso tendrá entre manos a un futbolista que le brinda un buen ramillete de opciones tácticas para un Valencia de Champions. Danilo puede desempeñarse con eficacia en cualquiera de las tres posiciones de la medular en un sistema de 4-3-3, le permite al entrenador recuperar la idea original del ´doble ocho´ o incluso disponerlo en un 4-2-3-1 en cualquiera de las dos funciones del centro del campo: para atacar y para defender. Se trata de un jugador intenso, agresivo y con capacidad para morder en campo contrario. Si tiene un aspecto a mejorar, ese es la selección del pase. Y es que se desempeña en una posición de máximo riesgo. Pero el brasileño no solo es eso: es un jugador elegante en sus movimientos, de los de cabeza levantada. Preparado a para mover al equipo, horizontalizar el juego, verticalizar, golpear desde media distancia y poner un pase definitivo. Una máquina total.

Sobre el césped, acostumbra a buscar siempre el pase seguro y puede batir líneas de presión mediante la conducción o con un pase en profundidad. Su rendimiento dependerá de cómo se adapte, pero en su primera temporada en Europa se ha hecho un hueco en el Sporting de Braga y ha logrado destacar como uno de los principales activos de la liga de Portugal. En su selección lleva la batuta y está en la ´pole position´ para convertirse en el centrocampista ´A´ para las próximas grandes citas de Brasil, que tiene serios problemas para encontrar un futbolista solvente en la fase defensiva y ofensiva. Ser un centrocampista mixto le abre muchas puertas, también las del Valencia.

Una pieza clave

El verano pasado, Danilo brilló en el COTIF como capitán de la Sub´20 brasileña. La ´Canarinha´ acudió a la cita de Alcúdia con una selección de auténtico lujo, barrió en el torneo y el centrocampista anotó un golazo en la final contra Argentina. En el Mundial Sub´20 que se disputó hace unas semanas en Nueva Zelanda volvió a ser protagonista. Se llevó el reconocimiento al balón de plata y si no se llevó el de oro fue porque la organización quiso ser simpática con Mali „se lo otorgó a Adama Traoré„ y porque no pudo lucir en la final, en la que Paunovic, técnico de Serbia, le dispuso un marcaje asfixiante, conocedor de su gran potencial. El balcánico le puso a Markovic encima y anular a Danilo significó maniatar a la selección brasileña. En la cita mundialista, el centrocampista jugaba junto a Alef, un ´seis´ posicional a su lado que le hacía el trabajo sucio y lo liberaba de tareas defensivas. En ocasiones ha llegado a jugar de central para mejorar la salida de balón de Brasil.