No jugó un solo minuto en el último partido ante el PSV Eindhoven disputado en el Luis Súñer de Alzira, un hecho que dio pie a una semana llena de rumores sobre su futuro, pero al menos de momento ha vuelto la tranquilidad. No es que la situación de Álvaro Negredo haya cambiado mucho de un sábado a otro, en realidad sigue por detrás de Paco Alcácer y Rodrigo en las preferencias del entrenador y en este partido ante el Oporto disfrutó de 23 minutos en el terreno de juego, en los que tampoco ofreció constantes diferentes para juzgar si los últimos acontecimientos han provocado algún tipo de reacción en el jugador. Como se preveía este domingo (15:00 horas) saldrá de inicio ante el Colonia Colonia. En este partido sí tendrá una buena oportunidad para demostrar que puede ir a más, después de una primera fase de la pretemporada muy floja por su parte.

En pocos días su nombre se ha asociado a diversos equipos de la Premier

y hasta al Sevilla de Emery, donde hizo sus mejores temporadas antes de fichar por el City. Él mismo tuvo que salir a confirmar que pase lo que pase piensa quedarse en el Valencia, toda una declaración de intenciones porque al final es él quien decide.

También Nuno, después de una charla cara a cara con el delantero madrileño, le demostró confianza públicamente: «Sigue siendo un jugador importante, contamos con todos», dijo el entrenador, que también le mandó un ´recadito´: «queremos potenciar y mejorar para que sea útil para el equipo». Faltaba comprobar lo que haría en el campo y esos 23 minutos son como un pequeño detalle, porque es evidente que con dos partidos en menos de 24 horas todos van a tener protagonismo y bastantes más minutos.

Ante el Oporto, ni Alcácer ni Rodrigo ni Negredo lograron rematar a portería en los noventa minutos

La delantera del Valencia dejó a Iker Casillas prácticamente inmaculado durante los 90 minutos del partido, hasta el punto de que el primer y único balón comprometido que se encontró con los guantes del nuevo guardameta del Oporto fue el último penalti lanzado por Jôao Cancelo, con el que dio la victoria a su equipo. Hasta ese momento fue casi un espectador más que siguió desde una posición privilegiada los muchos problemas del conjunto de Nuno Espírito Santo para llegar al área con opciones de remate.

Esa falta de frescura a la que hacían referencia los jugadores, después de una intensa semana de preparación atlética, se vio reflejada sobre todo en los metros finales, que es donde además el equipo suele tener más dificultades para encontrar las asociaciones correctas. Ha ocurrido en otros partidos, de hecho esa dificultad para crear ocasiones para Negredo y Alcácer fundamentalmente es algo que viene también heredado de la temporada anterior, pero en este partido el dato es preocupante: ni Paco Alcácer ni Rodrigo ni después Negredo sumaron un solo remate en los noventa minutos de partido, no ya entre los tres palos, sino simplemente un disparo aunque saliera lejos de la portería. Lo que nadie duda es que la creación de un fútbol que sirva para generar ocasiones y que los delanteros hagan goles es la gran asignatura pendiente para esta temporada.

Parejo llegando desde atrás

El Valencia apenas generó una única ocasión de gol en todo el partido, gracias a un robo de balón en las proximidades del área. Ni en esa hizo intervenir al madrileño, que esta vez tuvo fortuna. Fue fruto de la presión en la banda izquierda del ataque, Alcácer se desmarcaba al primer palo pero el pase fue a la frontal, por donde entraba totalmente solo Parejo. Su disparo, al que Casillas no podía llegar, golpeó en un jugador del Oporto cuando iba en dirección a la portería.

Más allá de eso, apenas dos acciones que se pueden considerar remates a portería. Una en la primera mitad de Piatti,Piatti minuto 12, con un disparo desde el vértice izquierdo que se fue muy arriba y desviado. El otro, un leve cabezazo de Otamendi a la salida de un córner que cayó prácticamente sin fuerza en las manos de Casillas.