El vestuario del Valencia transpira pura ambición competitiva. Los futbolistas entrenan a primera hora en Mestalla para hacerse al escenario del partido de mañana contra la Roma y después seguirán con atención lo que depare el bombo a eso de las doce del mediodía. Plantilla y cuerpo técnico son plenamente conscientes de que en menos de dos semanas van a jugarse el prestigio y la continuidad del proyecto en una peligrosa eliminatoria a doble partido. La tensión es máxima. Sin embargo, dentro del vestuario que dirige Nuno Espírito Santo anida cierta sensación de confianza. "Somos el Valencia" es la frase más repetida por los jugadores cuando son pulsados sobre sus preferencias en el sorteo que se celebra este viernes en Nyon. Los futbolistas creen al máximo en el potencial de la plantilla, se está trabajando fuerte esta pretemporada y no dudan ni un solo segundo a la hora de afirmar que están capacitados para afrontar el cruce con cualquier rival posible. Rapid de Viena, Brujas, Mónaco, Lazio y CSKA de Moscú no van a ser pan comido pero si hay un equipo en el bombo que difícil de eliminar ese debe ser el Valencia CF.

El conjunto de Mestalla no cruza los dedos pendiente de que salga una bola u otra y se subraya que "están preparados" para lo que venga. Obviamente, cada rival tiene sus puntos fuertes y su peligrosidad pero los futbolistas ya saben cómo afrontar cada desafío. El CSKA de Moscú, por ejemplo, llegará a la previa con un mes de competición oficial en las piernas. Es el equipo más rodado de los cinco candidatos con los que puede cruzarse el club, no obstante plantilla y cuerpo técnico coinciden en que el conjunto de Nuno lleva un mes de entrenamientos de máxima exigencia física entre Valencia, Austria, China y Alemania y está metido en la fase definitiva de la preparación. El cuerpo técnico ha diseñado una puesta a punto de garantías para la temporada que aumenta de manera progresiva la carga física para los jugadores y se le ha dado un protagonismo especial al trabajo de fuerza con la incorporación de máquinas inerciales y con un régimen casi diario del entrenamiento en suspensión con el TRX. Nuno sabe que el éxito del equipo pasa por la intensidad y quiere que se demuestre solvencia en el plano físico pese a afrontar las tres competiciones.

Sin miedo a nadie

Otro de los aspectos que a priori podrían preocupar al Valencia es la confección de la plantilla del Mónaco, que ha fichado este verano con el objetivo de dar un paso al frente en Europa y elevar sus aspiraciones. El Shaarawy lidera un serial de refuerzos llamados a marcar la diferencia en el que figuran Cavaleiro, Adama Traoré o Carrillo entre otros. Se trata de un proyecto con un guion similar al de Mestalla, con jugadores jóvenes con gran potencial a medio plazo y para el que cuentan con la colaboración de Mendes. Nuno conoce las líneas de actuación del conjunto monegasco pero deposita su confianza en la continuidad de un bloque „el del Valencia„ que ya está engranado y con automatismos adquiridos de la temporada pasada.

El tercer factor por el que la plantilla está convencida de que la eliminatoria de acceso a la fase final de la Liga de Campeones se resolverá de manera favorable reside en la mente de los jugadores. El cuerpo técnico detectó a final de la temporada pasada que el equipo sucumbía a sus miedos con demasiada facilidad y quedaba difuminado por la ansiedad en contextos de máxima exigencia. El encuentro ante el Almería en la última jornada del campeonato es una radiografía de esta patología a la que se está poniendo remedio con el trabajo realizado de la mano del psicólogo Julio Figueroa, que está llevando a cabo reuniones con los futbolistas para hacerles ver que si confían en sí mismos no tienen límites para conseguir alcanzar cualquier meta. La plantilla progresa y la previa de la Champions será el escenario para poner en práctica todo lo aprendido. El cuarto y último factor que se desprende del sentir de la plantilla es la necesidad deportiva. Hay que lograr la clasificación. Y no hay más. No se puede fallar. La máxima competición del viejo continente se antoja como un punto clave en la viabilidad y en la continuidad del proyecto: es el broche a la temporada pasada y el punto de partida de la que está a punto de comenzar.