Con 22 años y una cuota de calidad tan importante, clasificar a Stephan El Shaarawy de momia era precipitado. Pese al serial interminable de problemas físicos que han lastrado su trayectoria en las últimas dos temporadas, no era un futbolista acabado. Otra cuestión es que estuviera por recuperar a todos los niveles. El Milan debió pensar que el reto era complicado. Todo lo contrario que los técnicos del AS Monaco, que vieron en la duda de los milanistas la oportunidad de reclutar „por una cantidad proporcionada„ a un talento diferente, con experiencia a alto nivel e importante porvenir. Esa apuesta por El Shaarawy en la ruleta puede terminar cristalizando en una de las mejores operaciones del verano. En sus primeros partidos en la tercera ronda de la Champions ya había dejado detalles y el sábado, en su estreno en Ligue 1, se convirtió en protagonista en la remontada del equipo de Leonardo Jardim en el Allianz Riviera de Niza.

El sol vuelve a iluminar el camino de ´El Faraón´. El Monaco está gestionando su rehabilitación midiendo bien los pasos. Los focos están puestos sobre Bernardo Silva, Martial e incluso Ivan Cavaleiro, que lleva un verano espectacular. Eso beneficia al italiano de padre egipcio. Por ahora, la lupa está puesta sobre otros jugadores y cualquier acción de El Shaarawy se recicla en positivo. Como sucedió ante el Niza. Lo que parecía un paso atrás en su carrera puede terminar produciendo un impulso determinante. Italia vive con atención su progreso y el próximo verano habrá Eurocopa en Francia. El club monegasco lo ha firmado cedido con una opción de compra de 15 millones de euros. Un tercio de su valor de mercado hace un par de temporadas. El fútbol dictará sentencia, pero el ´recambio´ de Yannick (Ferreira) Carrasco puede aportar soluciones superiores. Ante el Niza, Stephan mostró técnica, velocidad y agilidad.

El AS Monaco confirmó en la primera jornada de la liga francesa que atraviesa por un buen momento. El Niza se empleó con agresividad e incluso se adelantó en el marcador a través de un ex del Principado como Valère Germain. En el contexto en el que más sufre el equipo de Leonardo Jardim (obligado a remontar, atacar y llevar la iniciativa), encontró la forma de reaccionar y dar la vuelta al marcador a su favor. Los monegascos siguen evolucionando y enriqueciendo su partitura. Tienen estructura táctica y calidad individual.

Jardim, golpe de pizarra

Jardim dio un golpe de pizarra en el minuto 24. No esperó más. Sustituyó a un desafortunado Pasalic (medio) por Bernardo (mediapunta de fantasía). La entrada del portugués forzó la expulsión de el lateral izquierdo Boscagli justo antes del descanso. Un momento antes, El Shaarawy entró por Dirar. El partido volvió a abrirse. En el minuto 51, Kurzawa arrinconó a Ben Arfa, El Shaarawy recuperó el balón y lanzó la carrera de Martial, que penetró como un cuchillo y cedió hacia el interior del área para la llegada de Bernardo a la carrera. Contra de libro y golazo. Diez minutos después, centro desde la banda derecha y remate pifiado en la frontal de El Shaarawy; el bote de su disparo terminó convirtiéndose en una asistencia para el cabezazo del lateral izquierdo Kurzawa, que en un doble de remate de ´cazador´ de área, selló la remontada.

Al final del partido, los gestos de complicidad entre Leonardo Jardim con Bernardo y El Shaarawy se sucedieron. Mimos para dos talentos que marcan la diferencia.