Han transcurrido ya varias semanas desde aquel instante en el que Danilo Barbosa se encontraba descansando en su casa junto a su madre y sus hermanos y recibía en su teléfono móvil un mensaje de texto que le anunciaba que tenía una propuesta para jugar en el Valencia. El club de Mestalla se ponía en contacto con el entorno del futbolista para tratar de llevar a cabo su incorporación pero había otro equipo dispuesto a apostar fuerte para llevárselo. Casualidades del destino, ese club era el Mónaco, con el que se cruzará de aquí a unos días en la eliminatoria previa de la Liga de Campeones. La oferta para marcharse a jugar al Principado estuvo encima de la mesa hasta el mismo instante en el que se decidió por el Valencia. La entidad que preside Rybolovlev aguantó hasta el último día con la esperanza de convencer al futbolista para que se uniera a su proyecto pero entonces Danilo sintió una corazonada que le condujo a rechazar la propuesta del Mónaco y en cuestión de días aterrizaba ya en Mestalla para enfundarse la senyera y firmar su nuevo contrato. El fútbol le hace ahora un guiño al centrocampista brasileño. Esta es la crónica de su llegada al Valencia.

El comienzo del verano deslizaba a Danilo como uno de los mejores futbolistas jóvenes del mercado de fichajes. Tras una temporada de alto nivel en el Sporting de Braga y marcando la diferencia con la selección brasileña Sub´20, las principales secretarías técnicas de Europa pusieron su mirada sobre la progresión del joven centrocampista. El Mónaco llegó primero. La idea de los ejecutivos del Principado era incorporarlo a un proyecto formado con jugadores jóvenes capaces de dar rendimiento en presente y con suficiente potencial y margen de mejora como para desarrollarse a medio plazo y protagonizar una futura venta que engrasara esta cadena para volver a comenzar el proceso. La propuesta era interesante, al futbolista le permitía dar un salto de calidad y afrontar desafíos más elevados que en Portugal. Sin embargo, el Valencia movió ficha y las cosas cambiaron. Nuno se puso en contacto on Danilo para explicarle las líneas del proyecto y le transmitió que su deseo era contar con él a toda costa. El técnico tiene mucha confianza depositada en el brasileño y espera que pronto sea un actor principal.

La comunicación ha sido constante durante todo el proceso y fue un factor importante a la hora de tomar la decisión. Sin embargo, sidio luz verde al Valencia y rechazó la propuesta del Mónaco fue por lo que le dijo su corazón. El futbolista realizó unas búsquedas en la red para documentarse acerca de ambos clubes antes de tomar una decisión y detectó que había grandes contrastes entre Valencia y Mónaco. Le entusiasmó la idea de poder llegar a un club con un estadio de gran capacidad y con una afición caliente, capaz de crear una atmósfera única en cada partido como es el caso de Mestalla. El Luis II no tiene absolutamente nada que ver con ese ambiente. Se trata de un estadio frío y una afición muy particular, y es que el Mónaco, por historia y por arraigo, no arrastra una gran masa social. Punto favorable al Valencia.

Un equipo con alma

El brasileño quedó gratamente sorprendido por el palmarés y la historia del Valencia en contraste con la del Mónaco. Llegar a Mestalla significaba llegar a club con alma, con tradición, con ídolos que han conseguido dejar su legado en el fútbol „esa es su aspiración„, con un proyecto claro, más consolidado y ambicioso que el del otro pretendiente. Jugar en la Liga y competir por grandes retos fue clave. Sintió que el corazón le decía que tenía que fichar por el Valencia.