Esta tarde, a las 19:30 en el estadio de Mestalla, el Valencia tendrá el último amistoso que estaba buscando su entrenador, Nuno Espírito Santo. Los blanquinegros se enfrentarán al Valencia Mestalla en lo que será la prueba final antes de la ida de la previa de la Champions contra el Mónaco del próximo miércoles 19 de agosto. Un duelo vital con el que arrancará la temporada oficial y en el que Nuno apostará por un once prácticamente idéntico al que se midió el sábado pasado a la Roma en el Trofeu Taronja.

Después del partido de presentación contra los romanos, que acabó con derrota por un gol a tres, el técnico luso reconoció que el equipo debía corregir determinados desajustes defensivos, por lo que quería introducir un amistoso extra en el calendario antes de la ronda previa de la Liga de Campeones. Dos días más tarde se decidió llenar ese vacío de diez días sin competir con un encuentro a puerta cerrada ante el filial de Curro Torres. Nuno trata de recuperar el equilibrio de la pasada campaña. La solidez defensiva y un aprovechamiento de las ocasiones de gol son dos premisas básicas en el manual del míster para poder llegar a la fase de grupos.

En el seno del equipo, dentro del vestuario, no existe ninguna duda de que el camino emprendido durante la pretemporada es el correcto. El entrenador y los futbolistas están convencidos de poder sacar adelante la previa con un peligroso rival delante como el Mónaco. Sin embargo, los resultados en pretemporada no han sido positivos, un hecho que sí ha despertado alguna que otra duda entre los aficionados, sobre todo, al ver un Valencia que ha encajado demasiados goles: diez en ocho partidos, todos en los tres encuentros jugados ante Bayern, Colonia y Roma„.

«Ahora ya sabemos qué hay que mejorar y tenemos confianza para conseguirlo», dijo Nuno el sábado. El técnico trabaja a destajo para fortalecer cuanto antes los conceptos y que el Valencia vuelva a exhibir contra los franceses la seguridad defensiva y la presión intensa con la que el curso anterior logró acabar la Liga en cuarto lugar con 77 puntos. El partido de esta tarde debe servir para reforzar la moral del grupo, comenzar a ahuyentar las sensaciones negativas que ha dejado la pretemporada y, sobre todo, para engrasar la máquina blanquinegra y sus mecanismos.

Las exigentes cargas físicas son claves para que la gasolina dure toda la temporada. No obstante, la fatiga y la pesadez en las piernas han provocado también que el equipo no haya dado su máximo contra rivales que han empezado antes su año oficial. Desde hace un par de semanas el cuerpo técnico ha ido reduciendo las dobles sesiones y el tiempo de esfuerzo para llegar en las mejores condiciones en las finales de Champions que aguardan los días 19 y 25 de agosto. Una eliminatoria frente al Mónaco en la que el míster confiará de inicio en su sistema más fiable el 4-3-3.

Enzo, junto a la defensa titular

Nuno sigue reconstruyendo la columna vertebral, un Valencia férreo y competitivo desde la idea de portería a cero. Ryan asume el reto de sustituir al lesionado Alves, mientras Cancelo ha ido ganando protagonismo esta pretemporada en el lateral derecho. El luso probó ayer en la sesión matinal en uno de los tres equipos que formó Nuno al lado de Mustafi, Otamendi y Gayà. Con estos cuatro futbolistas compartió equipo Enzo Pérez, el hombre bisagra que ha más utilizado el técnico este verano, y Paco arriba. En otro de los conjuntos Javi Fuego estuvo con Parejo, De Paul, Rodrigo y Feghouli. Dos grupos con los que conformar el once, un bloque en el que Nuno desea instaurar la garra de Enzo, pero donde la opción del equilibrio que ofrece Fuego es también muy tentadora.