"Estaba convencido de que entraríamos en Champions. Los aficionados han hecho un gran trabajo en la eliminatoria animando a los jugadores. El proyecto está en marcha, y el valencianismo ha demostrado que está en las buenas y en las malas. Amunt València"

Así de emocionado se mostró Peter Lim en el palco del Louis II a la conclusión del Mónaco - Valencia, en el que su equipo consiguió el pase a la fase de grupos de la Champions. El singapurense bajó al césped del estadio monegasco para saludar a los numerosos aficionados valencianistas que acompañaron a los de Nuno en el principado.

Nada más finalizar el partido, Nuno levantó el dedo y señaló a Peter Lim. «Es tuya», debió pensar el entrenador al dirigirse al propietario. Más de mil valencianistas rugieron en ese instante en el Louis II de Mónaco. La hinchada, como en todas y cada una de las grandes gestas del Valencia, fue parte del éxito en la clasificación del equipo para la fase final de la Liga de Campeones. El magnate singapurense, pletórico, bullía de felicidad y aplaudía a los valencianistas desplazados al Louis II, reconociendo así una contribución que ha sido fundamental para lograr la clasificación para la ansiada Liga de Campeones.

Mientras desfilaba por delante del fondo valencianista del estadio, Lim fue aclamado con todos los honores. Un aficionado lanzó en ese momento una bufanda con los colores del Valencia a Layhoon Chan y esta la recogió del suelo. «Presidenta, presidenta, presidenta», comenzó a cantar al unísino la hinchada, otorgando parte del protagonismo a la ejecutiva más alta que hay ahora mismo en el organigrama de la entridad.

La euforia se extendía desde la grada a la plana alta y hasta el vestuario. «Estoy feliz y quiero dar la enhorabuena a la afición por lo que nos han apoyado en la eliminatoria, tanto aquí y como en Mestalla», expresaba Gayà, visiblemente emocionado en la zona mixta del estadio. Entre tanto, Parejo destacaba la labor competitiva del equipo, señalando que el Valencia salió «a atacar y jugar, no a especular» y agradeció la confianza de Nuno Espírito Santo: «Yo se lo agradezco en el campo, con mi comportamiento dentro y fuera del campo». Enzo Pérez declinó analizar su importantísimo rol en el encuentro de anoche, «no me gusta hablar del plano individual sino del colectivo», aseguraba, y resaltaba que «hasta el segundo gol el equipo estuvo bien, el nerviosismo también juega pero el equipo fue inteligente, se mantuvo en la tranquilidad y la clasificación no se podía escapar». Y es que el martes fue un momento clave para todos y cada uno de los protagonistas, que vieron colmadas las aspiraciones deportivas y económicas de la temporada pasada: «En estos momentos me acuerdo de Diego Alves y de André Gomes, de Nico Otamendi y de Filipe Augusto, que no están hoy aquí pero son partícipes de todo esto. Estamos muy felices en estos momentos». Mónaco vivió una fiesta.