Una marcada personalidad de líder, capacidad de reacción para llegar a sitios imposibles y un régimen de trabajo que raya con la locura en un sentido figurado, claro está, pero que bordea la literalidad. Así, de un solo brochazo, es como resuelven a Jaume Domènech aquellos que entrenan a diario con él. El portero de Almenara, al que descubrió el exvalencianista José Vicente Forment en el equipo de su localidad cuando era un retaco, ha salvado obstáculos casi desde que tiene uso de razón y ha sobrevivido a todos. Desde que sus padres no quisieran comprarle guantes para estar bajo los palos hasta tener por delante dos porteros internacionales en la cantera del Villarreal, pasando por un golpe de timón que fue clave cuando su carrera parecía haber perdido el rumbo tras abandonar Miralcamp... Se ha hecho a sí mismo a fuerza de determinación y se ha plantado en la élite por méritos propios. Ante el Sporting de Gijón puede vivir la oportunidad de su vida y está preparado para triunfar.

Llegó procedente del Huracán de la mano de Nico Estévez, que vio en él a un portero de futuro para el Valencia. Llegaba con estatus de suplente para competir la portería con Yeray -protagonista en las categorías inferiores de la selección española- y en su primera temporada no solo le ganó la partida al balear, que rompió su contrato de cesión en invierno porque no jugaba lo que le habían prometido, sino que fue el mejor del filial, salvó al Mestalla del descenso y rozó la veintena de convocatorias con el primer equipo por las lesiones de Guaita y Alves.

No llegó a debutar a pesar de que su oportunidad, la misma que se le vuelve a presentar casi dos años después, estuvo muy cerca. Tanto, que pasó más de 45 minutos calentando en la banda de Mestalla en un encuentro frente al Rayo Vallecano por los problemas musculares de Alves, pero este decidió seguir sobre el césped a pesar de la consecuencias físicas que aquello tendría. Renovó por dos temporadas, acudió a la primera pretemporada y fue la gran sensación del equipo en Sudamérica, Londres y Alemania. El curso siguiente, mismo guion: salvador del Mestalla y sensación de la pretemporada, pero la oportunidad no acababa de llegar. Se ha ganado un sitio en la primera plantilla, lleva el dorsal 24, ha firmado un contrato profesional hasta 2018 y pugna de tú a tú con Yoel, hasta el punto que ante el Dépor fue el gallego el que quedó fuera de la convocatoria. Tras la lesión de Ryan, Nuno no se decantará por uno u otro hasta última hora porque quiere mantener la tensión competitiva hasta el momento final. Por delante, al menos seis partidos. Es la oportunidad de su vida.