Con una puesta en escena sin lujos pero fundamentalmente sólida y convincente, el Valencia conquistó el estadio de Gerland y vertió cemento en las brechas que ha abierto el primer tramo de la competición en la estructura del equipo. La naturaleza no da saltos y la inestabilidad persiste en el seno del personal, por lo que exigirle maravillas a un grupo cuyo potencial ha sido devorado por las dudas en las últimas semanas sería un despropósito. La vía más rápida para despejar de una vez el entramado de tensiones pasa por recuperar el estado de confianza del vestuario a base de lograr resultados positivos y eso es precisamente lo que consiguió el conjunto de Nuno en Lyon, pero realmente, ¿qué hay detrás de la comparecencia del Valencia ante el Olympique? ¿Qué sucedió en las horas previas al partido? ¿Cómo se preparó al equipo para dar un paso importante hacia la reacción? El técnico, que no suele machacar a sus futbolistas con charlas como otros compañeros del gremio, requirió la presencia de la plantilla en el hotel de concentración y ofició una pequeña reunión en privado para trasladar al grupo una consigna que se vio plasmada sobre el terreno de juego ante el Olympique.

«Vamos a demostrar que somos un equipo», dijo Nuno a sus hombres en una arenga que fue breve pero intensa, en la que les pidió que llevaran a cabo una puesta en escena compacta y sin fisuras y en la que todos debían remar como si se tratase de un partido de vida o muerte para salir con tres puntos de Gerland, sacudirse de encima el germen de la descomposición y comenzar a revertir la dinámica después de un periodo de turbulencias y distanciamiento entre los futbolistas y el propio técnico que dejó al equipo prácticamente en el alambre. Hay aspectos que todavía están por resolver pero el pasado martes, por primera vez en las últimas semanas, Nuno reconoció la comprensión de la plantilla a la hora de tomar decisiones, como es el caso del once inicial. Los futbolistas interpretaron que ante el Olympique de Lyon se hizo una alineación competitiva, probablemente la mejor posible teniendo en cuenta las bajas y la exigencia competitiva. Solo quedaba rematar la preparación con una charla en la que cobraron protagonismo algunos términos como «juntos», «unidos» o «solidarios», los tres pilares en los que basa Nuno su trabajo como reiteró en la rueda de prensa posterior al encuentro. Precisamente, los mismos que escenificó el conjunto valencianista sobre el césped y los mismos en torno a los que se anudaron los discursos de todos los futbolistas en el post-partido, así como el del propio técnico, que reconoció los esfuerzos de los suyos y les agradeció el «haber creído en lo que hemos trabajado». Surtió efecto.

El técnico quiere cerrar filas

La escena ocurrió justo antes de visionar el vídeo-análisis del Olympique de Lyon y de dar a conocer la alineación titular, los dos últimos pasos antes de encaminarse hacia el escenario del encuentro. Todo el trabajo estaba hecho y ya solo quedaba perfilar con unas pinceladas de última hora la puesta en escena. Y es que la expedición viajó rumbo a Francia con todos los conceptos tácticos claros desde la mañana.

Aprovechando que el vuelo se había retrasado hora y media, Nuno organizó un pequeño simulacro en Paterna el mismo día de partido para ensayar el plan por última vez a puerta cerrada y ya en Lyon se llevó a la plantilla a dar un paseo por los aledaños del hotel de concentración para reforzar el vínculo de unión entre los protagonistas. El Valencia cerró filas desde que salió del aeropuerto de Manises, contrastó que es «un equipo» en Lyon y los resultados están a la vista... Ahora toca alimentar esta reacción.