Una fotografía de Otamendi presidía la comida de la paz. Casualidad o no, pero lo cierto es que Nuno fue a celebrar la reunión que debe servir de punto de inflexión para el equipo en el restaurante favorito del central argentino, el asador Cruz Pampa. Justo ahora que lo que más hace falta al Valencia es un líder sobre el terreno de juego. Y allí estaba él en una fotografía, el padre de todos, casi bendiciendo la comida de la plantilla. Difícil imaginar mejor apoyo moral para los futbolistas que tener de nuevo al ´General´ de su parte. Otamendi no era un líder que levantaba la voz en el vestuario, pero era un ejemplo para todos los futbolistas porque se entregaba y no se arrugaba, lo admiraban y lo querían a su lado. Y eso es precisamente lo que necesita hacer el Valencia de Nuno hoy; plantar cara ante la adversidad.

El ambiente en el vestuario del Valencia no es el de la temporada pasada y valga sin ir más lejos el penúltimo episodio entre Nuno y Negredo, al que el entrenador ha dejado fuera de la convocatoria para el encuentro de esta noche ante el Málaga, una decisión que enturbia el objetivo de la comida del jueves; cerrar heridas para que todos, cuerpo técnico y futbolistas, remen en la misma dirección en busca de las necesarias victorias que demanda el valencianismo.

Los jugadores disfrutaron de la comida en el asador argentino ubicado en la Plaza Cánovas en un ambiente idóneo para acabar con el mal inicio de temporada. En esa terapia valencianista los futbolistas se conjuraron para demostrar por qué merecen vestir la camiseta del Valencia CF y el primer paso es ganar al Málaga esta noche en Mestalla. Pero el restaurante elegido para volver a empezar no es uno cualquiera, es el punto de encuentro de buena parte de la plantilla, y el restaurante favorito en la capital del Turia de Otamendi y sus otros compatriotas Enzo Pérez, Rodrigo de Paul y Lucas Orban, asiduos al asador argentino inspirado en las parrillas del centro de Buenos Aires. Sin ir más lejos allí celebraron la pasada Nochevieja junto a varios jugadores del Villarreal.

Nicolás Otamendi era el alma del equipo que consiguió despertar nuevamente las ilusiones del valencianista alcanzando la previa de la UEFA Champions League en la última jornada de Liga y esa puede ser la mejor inyección para el grupo; autoestima y fuerza, por ello, la presencia ´figurada´ del ´General´ en la comida fue objeto de más de un comentario por parte de los jugadores que entrena Nuno, cuya intención era hacer piña con sus jugadores y recordar el buen rendimiento que alcanzó el Valencia hace tan solo unos meses. El argentino imprimía al equipo un carácter y una intensidad que quiere volver a recuperar el portugués: coraje, garra y determinación para encontrar resultados y conectar con la grada.

Nico firmó por el Manchester City porque quiso marcharse para ganar más dinero en la Premier League a las órdenes de Pellegrini. Forzó el traspaso hasta el límite, pero quien sabe si el pasado jueves en el asador argentino del barrio de Cánovas, sin que el propio Nuno lo supiera, Nicolás Otamendi le estaba haciendo el último servicio al Valencia CF.