"Cuando estoy fuera me dicen que soy valenciano". Shkodran Mustafi es diferente. El defensa del Valencia desborda alegría e inteligencia lejos del césped y contagia al valencianismo por su encanto al hablar. El campeón del mundo con Alemania pasó por ´El Murciélago´ de Levante TV y demostró su faceta más íntima y personal, como que maneja hasta cinco idiomas -alemán, italiano, inglés, dialecto de Kosovo y castellano- y ya está aprendiendo el valenciano. "Oigo hablarlo a algunos de mis compañeros, como Jaume, pero no lo entiendo todavía".

El defensa adora la música, que le ayuda a liberar la cabeza de la presión de cada día, porque "cuando lo quieres dar todo es mucha la energía que gastas". Los coches son también su gran afición. Su padre era un apasionado y él ha tomado su testigo. "Me llaman loco porque cambio el coche cada seis meses y me gusta tenerlos con colores muy diferentes".

Mustafi ha peleado mucho para llegar a la élite y no olvida sus orígenes. Sin ir más lejos, el central tiene una foto suya con aficionados valencianistas con síndrome de down junto a su televisor. Una imagen que le recuerda que hay otra vida, una realidad paralela al mundo del fútbol, y que le sirve de inspiración y motivación.

El defensa apenas ha cumplido una temporada como valencianista y ya está perfectamente integrado. Mustafi es un futbolista que necesita sentirse cómodo para rendir a su mejor nivel. En Mestalla lo ha conseguido y cuenta con un papel de líder. Sus compañeros le respetan y la afición le admira.

Mustafi solo tiene en la cabeza cumplir con el Valencia, y para poder ganar requiere de personalidad y no preocuparse por el contrincante. Porque Mustafi cree firmemente en la calidad y el trabajo del equipo, como todo el valencianismo cree en Mustafi.

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