El Valencia CF le ha echado el ojo a Takashi Usami, futbolista japonés que brilla en la Japan League. Este mediapunta de 23 años, perteneciente al Gamba Osaka, encajaría en los planes de expansión comercial hacia el mercado asiático que tiene Peter Lim. «Lo primero para fichar por clubes como el Valencia o el Manchester es ser muy bueno y si después es asiático sería una bendición, con un buen jugador de Asia tocas el cielo», llegó a decir Peter Draper, director de marketing del Valencia.

Japón y Corea del Sur son los países orientales donde confluyen dos factores determinantes: la pasión por el fútbol y, en consecuencia, el éxito de la liga española entre un público potencialmente masivo y el superior nivel competitivo de los jugadores japoneses y surcoreanos, en comparación con los de otras naciones en las que la Liga BBVA genera también una gran expectación: Singapur, Malasia, Indonesia, China o Hong Kong.

Un par de razones que han hecho que el Valencia enfoque su radar hacia Japón, donde Usami es una de las estrellas del cuarto clasificado, lo que al atacante le ha valido para hacerse un hueco en la selección samurái y despertar nuevamente el interés del fútbol europeo. Además del Valencia, Olympique de Marsella y tres clubes de la Bundesliga (Stuttgart, Eintracht Frankfurt y Werder Bremen) también lo tienen en cartera. Desde Japón se cifra su precio en dos millones.

El joven mediapunta -puede también ocupar posiciones de banda y de delantero- se convirtió en 2009 en el niño prodigio del fútbol nipón, al debutar con el Gamba Osaka con sólo 17 años. Desde ese día su progresión fue in crescendo hasta que el Bayern de Múnich decidió apostar por él, incorporándolo en calidad de cedido en junio de 2011. Fue el primer jugador japonés en la historia del Bayern. Sin embargo, la experiencia no salió bien y un año más tarde se marchó, también cedido, al Hoffenhiem. En el Hoffe jugó más, pero la juventud, el cambio de culturar y el idioma le obligaron a regresar a Suita, ciudad base del Gamba Osaka.

De vuelta a casa, Usami volvió a disfrutar en el campo. Su equipo ascendió, con él como máximo goleador, y al año siguiente conquistaron tres títulos. Tasakhi, ya como internacional, ha regresado al primer plano. La hinchada teme que pronto emigre a Europa en busca de su particular revancha y, por ello, le piden en los partidos mediante pancartas que se quede más tiempo. Desde sus comienzos Usami no ha perdido ese halo de futbolista mediático que, por ejemplo, provoca que una decena de periodistas nipones den fe de sus actos fuera y dentro del césped.