El pasado 16 de septiembre puso patas arriba Mestalla con dos zapatazos que dieron la primera victoria por 2-3 al Zenit en esta edición de la Liga de Campeones, pero aquello no fue ni mucho menos flor de un día. Se llama Givanildo Vieira de Souza, es brasileño y más conocido por Hulk, el increíble Hulk. Ese día hizo temblar la portería de Jaume, fue un primer aviso, a partir de ahí el delantero se ha convertido en el hombre clave de un equipo que sorprendentemente suma sus cuatro partidos de la Fase de Grupos por victorias y tiene la clasificación para los octavos en el bolsillo a falta de dos jornadas.

La debacle de Gante obliga al Valencia CF a jugarse buena parte de sus opciones de clasificación en Rusia, a expensas de lo que pueda ocurrir en la última fecha con la visita del Lyon a Mestalla y del propio Zenit a Bélgica. El frío es uno de los grandes enemigos que se va a encontrar el equipo de Nuno Espirito Santo en el partido de la revancha, pero no hay que olvidar la amenaza de Hulk, que ha ido a más con el transcurso de los meses, llega al invierno en un gran momento de forma y es uno de los futbolistas más determinantes de esta Champions. No ha vuelto a repetir una actuación tan contundente en Europa como la de Valencia, pero ha sido protagonista en todos los partidos, hizo el tanto que inició una remontada clave en Rusia ante el Olympique Lyon y en los dos partidos restantes repartió dos asistencias en cada uno. Sus números también lo situan entre los jugadores más destacados de la Premier League de Rusia, donde el brasileño figura al frente de la clasificación del MVP (jugador más valioso) con unos datos escalofriantes: 7 goles y 12 asistencias en solo 15 partidos. Lo ha conseguido actuando además en todas las posiciones del ataque del Zenit, unas veces como delantero y otras, como en todos los partidos de la Champions League, escorado a alguna de las bandas.

Tiene que haber un plan

Sin Mustafi, hará falta un plan casi perfecto para defender al brasileño y desactivar la sociedad que forma con otro de los hombres de moda en Rusia, el gigante Artem Dzyuba, el que suele traducir sus asistencias en goles para el Zenit. Villas-Boas reservó a su estrella en el último partido de la liga rusa, en el que disputó solo los últimos 23 minutos en los que le sobró para sumar una asistencia de gol más. Un punto necesita el conjunto ruso en este partido para asegurarse matemáticamente la primera plaza del grupo y el técnico portugués no está dispuesto a esperar más para lograrlo.