Es difícil entenderlo primero y asumirlo después, pero el valencianismo debe ir haciéndose a la idea de que esto no es ‘el Valencia de tota la vida’. Por el bien de todos. Ya no existe un Arturo Tuzón, un Jaume Ortí, un Manuel Llorente o un Amadeo Salvo al que pedir cuentas y cabezas. Lo más parecido se llama Peter Lim y está a miles de kilómetros de aquí. Y para él el Valencia quizá no sea una prioridad como lo ha sido siempre para sus dirigentes. Lim tendrá asuntos más importantes en su escala de valores. Y esto lo dilata todo. Ahora mismo, la cuestión fundamental: la destitución de Nuno Espirito Santo.

Desde agosto

Mestalla lleva silbando a Nuno desde agosto, cuando la Roma visitó el viejo estadio de la avenida de Suecia para el partido de presentación oficial. Por cierto, qué equipazo me pareció la Roma esa noche y en qué equipucho lo convirtió el Barça el pasado martes. Y justamente el Barça puede cerrar el círculo. Quizá otra derrota el domingo en Sevilla o un ridículo después en Barakaldo puedan precipitar los acontecimientos. Pero el partido del día 5 en Mestalla ante el equipo de Luis Enrique, con Peter Lim en el palco, se antoja decisivo para el futuro de Nuno. Una nueva humillación en la cara de los aficionados y del propietario desencadenaría una crisis definitiva para el entrenador.

El día 9 es clave

Pero pongamos que tampoco, que Nuno llega vivo al día decisivo: el 9 de diciembre. No es una fecha cualquiera. Ese día el portugués se la juega en Mestalla y en el Ghelamco Arena de Gante. Es su «final». En la rueda de prensa posterior al partido ante el Zenit, Nuno bautizó el choque contra el Olympique de Lyon como una «final que vamos a ganar». No contaba con la victoria del Gent en Gerland. Cuando supo en el aeropuerto de San Petersburgo que Kalifa Coulibaly había dado los tres puntos al Gent en el minuto 95 Nuno se hundió. La clasificación para octavos se esfumaba, dependía ya de una carambola. La final de Nuno ya no era tal. Había mutado, tal vez, en el final de Nuno.

Rafa Mir

En cualquier caso, Nuno se siente fuerte tras su última visita a Singapur. La mejor muestra fue la titularidad de Rafa Mir en el partido más importante de la temporada hasta la fecha. Es un palo en toda regla a jugadores fichados por Meriton -Santi Mina- y a jugadores de la era Rufete -De Paul-. Ha escocido en el vestuario esta decisión y con razón. El joven murciano es una víctima de este proceso de autodestrucción que vive Nuno Espirito Santo. Su debut con el primer equipo, en un partido de Champions, jamás lo olvidará. Guardará para siempre esa camiseta con el número 37. Pero sus compañeros de vestuario recelan de que un pollastre recién llegado y recién renovado sea titular con apenas dos semanas de trabajo en el primer equipo. No debe ser fácil para él. Y el domingo estoy convencido de que Rafa Mir repite como titular en el Pizjuán. Al tiempo.

Sevilla, un olor especial

El partido del domingo en Nervión enfrenta a dos equipos desquiciados, que han fracasado en la Champions y que tienen en los banquillos entrenadores cuestionados. No sé si tengo más ganas de ver el partido o de escuchar las ruedas de prensa de después. Y es que Sevilla tiene un olor especial…. a fiambre.

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