Álvaro Negredo ya se recupera en la ciudad deportiva de Paterna con la ilusión intacta de volver a vestirse la camiseta del Valencia en un partido oficial. Pase lo que pase en el banquillo las próximas semanas.

Continúe Nuno Espírito Santo o no al frente del equipo. El Tiburón trabaja para volver al césped cuanto antes con la esperanza de ayudar al equipo y, sobre todo, devolver en el campo la fuerza que le ha dado la afición, sus propios compañeros y hasta el propio Kim Koh después de su reciente operación urgente de apendicitis aguda. El que no se ha acordado de él en estos diez últimos días es Nuno. Por sorprendente que parezca, el entrenador no ha tenido ni un gesto con el delantero. Ni siquiera de cordialidad. No ha hablado con él en persona, no le ha llamado por teléfono y ni siquiera le ha enviado un mensaje vía SMS o vía Whatsapp. Nada. Es el último desprecio de un entrenador sin tacto que ni siquiera ha antepuesto lo personal a lo deportivo en estos momentos delicados para el jugador. Para unos solo será una anécdota. Para otros, incluido algunos de sus compañeros de vestuario, es una prueba más de la mala gestión de la plantilla del entrenador. Y más después de decir hace cinco días que «Álvaro ha tenido una operación y espero que se recupere pronto, es muy querido por nosotros». Una prueba más de la realidad paralela que vive el técnico en sus rueda de prensa. El ´caso Negredo´ vuelve a salpicar al entrenador y así es imposible construir un equipo.

Por todos es sabido que Nuno no cuenta con el delantero. Lo demostró dejándolo fuera de las listas seis veces y negándose a darle explicaciones en público delante de toda la plantilla. El técnico quiere otro ´9´ para el mercado de invierno y así se lo ha comunicado el portugués a Peter Lim. Hasta ahí es comprensible. Es una decisión «deportiva», como él asegura repetidamente. Lo que se entiende menos es que el técnico no haya separado esa fractura deportiva de lo personal. Todos los estamentos del club han estado al lado de Negredo en estos momentos delicados. Kim Koh, los jugadores y, por supuesto, la afición. Todo lo contrario que el técnico. El distanciamiento entre uno y otro no invitaba a que Nuno le visitara a su casa. Como así sucedió el año pasado cuando el técnico se desplazó personalmente al domicilio particular de Alves. Pero sí invitaba a tener al menos un detalle de formalidad. Eso no ha pasado. El lunes y el martes no lo coincidieron porque la plantilla estaba en San Petersburgo. Tampoco el miércoles. Negredo se trató por la mañana y el equipo se ejercitó por la tarde.

Por la cabeza del delantero solo pasa recuperarse cuanto antes de su operación de apendicitis y volver a estar disponible. Álvaro se llevó un palo duro el 16 de noviembre cuando los médicos le diagnosticaron los motivos reales de sus dolores abdominales y le comunicaron que estaría al menos un mes apartado de los terrenos de juego. Por suerte, el futbolista fue intervenido de urgencia de forma satisfactoria en el 9 d´Octubre y recibió el alta solo un día después. Ahora, después de una semana de reposo, Negredo ha regresado a Paterna para ponerse en manos de los fisios. Comenzó su segunda fase de recuperación el lunes, coincidiendo con el desplazamiento a San Petersburgo. Recuperar masa muscular y cicatrizar las heridas son ahora sus máximas preocupaciones. Tiene todo el apoyo y los ánimos de la plantilla. Los de Nuno, visto lo visto, no.

A la actitud negativa de Nuno con el delantero, se une la reciente decisión del Valencia de relegarlo a un papel secundario en una de las imágenes corporativas del club tanto en su página web en las redes sociales.