La Liga de Campeones no está más cara que la temporada pasada, el que ha fallado es el Valencia CF, que solo en las últimas cinco jornadas se ha dejado nada menos que once puntos que comprometen muy seriamente sus opciones de volver la próxima temporada a la gran competición europea. 4 puntos de los últimos 15 dejan al equipo con 9 puntos de desventaja respecto al cuarto clasificado, ese es el reto de Gary Neville al regreso de la semana de vacaciones que tanto necesitaban sus jugadores. Es un descanso que ha de servir necesariamente de revulsivo porque a la vuelta su equipo afronta dos finales en apenas cuatro días: el Villarreal en El Madrigal el 31 y el 3 de enero el Real Madrid en Mestalla. Ahí se jugará gran parte de sus opciones reales de remontar en la segunda vuelta del campeonato, a pesar de que sus previsiones de recuperación apuntan a más largo plazo. El inglés explicaba tras el último partido que será difícil alcanzar un nivel óptimo antes del mes de febrero.

La presidenta Layhoon Chan había pedido paciencia con el equipo y la afición se tomó el empate a dos goles con filosofía, pero el tropiezo con el Getafe en Mestalla supone un auténtico palo para las aspiraciones del equipo de acercarse a los cuatro primeros. Uno más en casa, donde este mismo equipo había sido casi invulnerable durante la campaña anterior. De todos los rivales que pelean en la zona Champions el Valencia solo recortó un punto al Atlético en esta jornada 16, a falta del Barcelona que tiene aplazado su partido ante el Sporting por el Mundial de Clubes. Villarreal, Celta, Athletic y Deportivo aprovecharon el regalo y sumaron los tres puntos mientras el Sevilla, con una línea argumental muy similar a la del Valencia a lo largo de toda la temporada, tampoco pasaba del empate en su Derbi con el Betis.

Aunque el equipo no ha estado en un buen nivel ya desde la pretemporada, es desde la victoria por 1-5 en Vigo cuando se han generado las diferencias que han provocado este corte en la clasificación. Después de aquel festival el Valencia quedaba en una posición casi de privilegio para los discretísimos números que había presentado en el primer cuarto de la Liga. Tenía 18 puntos en su casillero pero podía ver a una distancia asequible al Real Madrid, que era segundo con 24, solo 6 puntos más. A 5 el Atlético de Madrid, tercero. El Celta era cuarto con 21 y el Villarreal quinto con 20. Esa semana Nuno hablaba por teléfono con Peter Lim y presumía de que ganando a la UD Las Palmas en Mestalla el equipo estaría entre los cuatro primeros, y así habría sido, pero el equipo no pasó una vez más del empate. A partir de ahí, el desastre de Sevilla que acabó en destitución del portugués y a empezar de nuevo primero con Voro y después con Neville. En la Liga el balance del Valencia es de cinco jornadas sin ganar, con cuatro empates y una derrota, son los números que alejan al equipo valencianista hasta esos nueve puntos del cuarto. La línea la marca después de su victoria de este domingo en Granada el Celta, al que el Valencia sorprendentemente pasó por encima en Balaídos. El mal momento del Valencia coincide con dos victorias seguidas del Villarreal ante Real Madrid y Real Sociedad. En diez días el submarino espera a los de Neville en El Madrigal, un partido a cara de perro.

Poco margen de error

Hay mucho por jugar, pero la reacción no se puede demorar más porque el margen de error es escaso. Hay pocos casos en que un equipo haya remontado en una segunda vuelta más de diez puntos para meterse en la Champions. El Valencis, de hecho, estuvo en esa misma situación hace dos temporadas, después de marcharse Djukic y con la llegada de Juan Antonio Pizzi. Encaraba el año el argentino con 10 puntos de desventaja con el Athletic, una distancia que nunca pudo recortar y acabó no solo fuera de la Champions, sino también de toda opción a competir en Europa.