La importancia del partido está por encima de los tópicos. Al Valencia CF sólo le vale ganar en El Madrigal. Si quiere engancharse de verdad a la lucha por la zona Champions, si realmente aspira a pelear por la cuarta plaza, y no quiere que el trayecto hasta final de temporada se convierta en un acto de fe permanente, los tres puntos de mañana son imprescindibles. Después habrá 21 jornadas y 63 puntos en juego, pero la diferencia respecto al Villarreal —quinto clasificado— se tornaría en difícil de recuperar. Ocho puntos separan ahora a los dos equipos. Un empate sostendría la calma tensa. La derrota sería un drama: el colchón groguet engordaría hasta los once puntos. No hay imposibles, pero el triunfo es la única alternativa que mantendría al Valencia con vida. "En Vila-real tenemos un partido muy muy importante", marcó Negredo. Hizo bien el delantero en cambiar el paso respecto al discurso de João Cancelo e insistir en el ‘ahora o nunca’ porque éste no puede ser un partido más en ningún caso.

Álvaro Negredo es líder. Tiene la experiencia y las cicatrices necesarias para reconocer la trascendencia del momento. "Por la distancia con el Villarreal es imposible perder, hay que ganar… como mínimo puntuar", aseguró ‘El Tiburón’. Su mensaje tiene que convertirse en la bandera del grupo. Como bien advirtió, "es un equipo que pelea por los puestos que queremos".

Equilibrio y ambición

Valencia y Villarreal han empezado a jugar el partido de manera muy diferente. El fondo es el mismo: la victoria en un partido de rivalidad deportiva y regional enorme. Pero no la forma. Como parece lógico y razonable, por el momento futbolístico, el Valencia quiere aligerar cargas. La clasificación aprieta, pero se buscan elementos de motivación, no de presión. El equipo tiene que fluir en competición no asfixiarse por la clasificación. "Sabemos de la dificultad que tiene enfrentarse a un adversario muy bien trabajado por su entrenador, saben a lo que juegan", perfiló Negredo. Eso no significa que el equipo sea ajeno a la responsabilidad, al contrario: tienen mono de partidos y hambre de victorias. "Sabemos que son un gran equipo, nosotros también lo somos y vamos a afrontarlo de la mejor manera para llevarnos los tres puntos en un campo muy difícil", describió Negredo.

Ambiente de derbi

Mientras en València no se pronuncia la palabra derbi, en Vila-real se activan a lo grande. "Como se dice, los derbis hay que ganarlos y no jugarlos", Soldado va muy fuerte. Si aquí Negredo fue el encargado de lanzar el mensaje, en Miralcamp entró en escena Roberto Soldado, otro futbolista con voz y voto. El partido tiene un significado especial. Por primera vez tras su marcha, Soldado se cruzará con los blanquinegros. Está agradecido, pero tiene ganas de marcha, se siente favorito: "Desde el primer minuto tenemos que demostrar que queremos los tres puntos para dejar al Valencia a 11 puntos, que es una distancia muy favorable".

Un lobo para el Villarreal

Soldado lo tiene claro como el agua: "Para ellos es el momento del sí o del no. Perder este partido significaría un golpe duro". El valenciano conoce bien la idiosincrasia de estos choques. Si el Valencia se viste con piel de cordero, Roberto descubre al lobo: «Seguro que vienen con muchas ganas y por eso debemos estar mentalmente muy preparados para competir. Es un momento difícil para ellos, pero nosotros dependemos de nosotros mismos». Si el Villarreal sabe a lo que juega y el Valencia se está empezando a encontrar con Neville, Soldado marca la línea. El Madrigal no es el lugar para reaccionar: "Nos tiene que dar igual que el Valencia haya cambiado de entrenador.En cualquier partido puede dar su mejor versión y debemos trabajar para que no sea este. Esperamos que este partido no sea el del cambio para ellos". La intención es una. Hacer un partido completo desde el primer minuto. El Villarreal mira hacia arriba, piensa en el Celta, tienen la Copa y la Europa League, pero quieren la cuarta plaza. Se sienten fuertes, desparraman confianza y emocionalmente están jugando ‘su’ derbi a lo grande. Neville tiene que mezclar bien la acción y la pizarra. Hoy, no hay mejor plaza, para el Valencia y los valencianistas, que El Madrigal para dar el ansiado golpe de mando.