Ya sucedió ante el Barça. En un momento de vibrante debilidad deportiva como el actual, el Valencia recurre al mejor patrimonio que tiene, su afición. El objetivo, plantarle cara a otro gigante. La necesidad de reaccionar es cada vez más agobiante pero la llegada del Real Madrid a Mestalla no supone un contratiempo. "No lo he pensado como algo positivo ni negativo", decía Gary Neville en su comparecencia previa al encuentro, "los jugadores que tengan ganas nunca pueden pensar en eso. Será un partidazo y Mestalla estará a reventar. Me siento bien y no me preocupa de ninguna de las maneras si lo hacemos como sabemos". El precedente de hace unas semanas ante el Barça, el equipo más en forma del planeta, invita al optimismo y ese ha sido el guion anímico sobre el que ha trabajado Gary Neville a lo largo de los últimos días de puertas hacia adentro de su vestuario. Partidos de este tipo están por encima del momento del equipo y se resuelven como un estado de ánimo.

La cita tiene todos los alicientes. Más allá de los propios, evidentes con el equipo a once puntos de los puestos de Liga de Campeones, no existe un rival más enconado que el Madrid para el Valencia. La rivalidad ha adquirido otra velocidad en los últimos años y su visita brinda la posibilidad de darle la estocada a Benítez, que desfila peligrosamente sobre la cornisa. Un auténtico guiño que puede ser combustible altamente inflamable. A Rafa se le aplaudirá, se le agradecerán los servicios prestados una década después y se le hará sentir de la casa hasta que el balón eche a rodar. Ovación y victoria, algo que descabezaría el proyecto de los blancos y auparía los ánimos y las opciones de cumplir con el objetivo de temporada del Valencia de Neville.

Consciente de lo que hay en juego, la presidenta Layhoon Chan entró en escena para inflamar la previa del encuentro ante los blancos. "Aunque nuestro equipo está trabajando duro contrarreloj para recuperarse y poder volver a las buenas sensaciones y actuaciones, os aseguro que están comprometidos y decididos. Hoy más que nunca quieren ganar para devolver a la afición las alegrías que merecéis. Acudamos todos a Mestalla, y apoyemos, todos a una, incondicionalmente a nuestro equipo. ¡Mostremos al mundo entero de lo que es capaz la familia valencianista unida y decidida!", dijo. Peter Lim puede estar en el palco, en el Madrid arraiga el germen de la descomposición y la reacción será inmediata o no será. Es un partido para ganar.