Con el partido y la nueva derrota en Anoeta se puso punto final a la primera vuelta del campeonato de Liga y 19 partidos son más que suficientes para hacer un balance que se ajuste a la realidad. Los números del Valencia defraudan a todos y cada uno de sus aficionados y, lo que es peor, no invitan al optimismo porque el equipo no gana en la Liga desde el pasado mes de diciembre, en la jornada 11 ante el Celta de Vigo. Y eso, que en lo que al código de vestuario se refiere, en ese encuentro, Nuno Espírito Santo ya estaba amortizado. De porqué se ganó y por goleada, son cosas del fútbol, de partidos que se ponen de cara y de arreones de futbolistas.

Tan mala está siendo la temporada del Valencia que en el mes de noviembre ya había cambiado de entrenador. El día 29 se anunció de manera oficial la salida de Nuno después de perder 1-0 en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla. El partido siguiente fue en Mestalla ante el FC Barcelona y terminó con empate a uno cuando se esperaba una goleada visitante. Todo parecía resuelto, pero no... Hoy, muchas semanas después, los números del Valencia son un drama, tanto que los 23 puntos que ha sumado en esta primera vuelta son la peor cifra de los últimos 18 años, y la misma cantidad que hace dos temporadas, cuando Djukic comenzó como entrenador y tuvo que ser sustituido por Juan Antonio Pizzi. De hecho, tiene ciertos paralelismos esta temporada con aquella, no solo por el hecho de haber cambiado de entrenador, si no porque con el ‘Lagarto’ en el banquillo el Valencia maquilló los malos resultados en la Liga con partidos épicos en competición europea. No en vano, jugó la semifinal de la Europa League y mereció jugar la final de no ser por un arbitraje calamitoso en contra en el Sánchez Pizjuán y porque la mala suerte se puso de su lado cuando estando clasificado para la final de Turín, el sevillista M’bia marcó de cabeza el gol que clasificaba a los andaluces en el último suspiro de partido.

En la temporada 97/98 también hubo cambio de entrenador en el banquillo de Mestalla, el argentino Jorge Valdano fue cesado y le sustituyó Claudio Ranieri, que precisamente se salvó del cese en Anoeta con un gol de Mendieta. Desde ese partido, el Valencia remontó mínimamente el vuelo —con una mítica victoria en el Camp Nou por 3-4 después de perder 3-0 de por medio— y logró meterse en competición europea gracias a la Intertoto. Con el italiano en el banquillo, la temporada siguiente el volvió el Valencia campeón, ganó la Copa del Rey eliminando al Real Madrid y al Barcelona, y ganó 3-0 al Atlético en la Final con dos goles de Claudio López y otro de Mendieta. Además, se metió en la Champions al quedar cuarto en la Liga.

Pero aquellos son batallas que quedan muy lejos del pobre Valencia actual que además deambular por el campeonato doméstico con unos números muy flojos, ha sido eliminado de la Liga de Campeones a pesar de que había quedado encuadrado en un grupo asequible con el Zenit, el Gante belga y el Lyon francés. El conjunto de Mestalla quedó tercero tras ganar solo dos partidos y perder en la última jornada en casa ante el Lyon, y ahora se verá las caras en la Europa League ante el Rapid de Viena.

Los protagonistas

Más allá de los números los grandes protagonistas de la primera vuelta de esta temporada son Nuno Espírito Santo y Negredo, entre otros. El entrenador portugués fue cesado hace más de un mes después de que arrancara la temporada con todo el poder en sus manos. Suya fue una planificación errónea teniendo en cuenta que había que competir en Liga y Liga de Campeones, y que ahora lastra la recuperación del equipo con la llegada de Neville. Nuno, además, acuciado por los resultados, exprimió a los futbolistas hasta el punto de que cuando se marchó, el equipo tenía nada menos que diez bajas...

En lo que a Negredo se refiere, es un delantero que iba camino de víctima y al que los caprichos de Nuno convirtieron poco menos que en un mártir, al que ahora Neville se ha empeñado en recuperar. En lo deportivo el delantero de Vallecas fue el gran protagonista en el inicio de la temporada al marcar un golazo en Mónaco que certificó de manera definitiva el pase a la Liga de Campeones, pero en lo que a la Liga se refiere, esta media temporada queda marcada por dos goles fallados que han tenido sus consecuencias.

El primero en San Mamés, eran los primeros minutos de la segunda parte y el partido iba empate a uno después de que el equipo entrenado por Nuno se pusiera por delante con un excelente gol de falta directa de Dani Parejo. Entonces, Negredo encaró al portero local Gorka Iraizoz pero su regate le salió mal y no lo pudo batir porque el balón se le fue alto. Ahí se acabó el Valencia, que en aquellos días ya era un equipo débil en lo anímico, y terminó perdiendo 3-1. Negredo no volvió a jugar hasta que mucho tiempo después Neville sustituyó a Nuno en el banquillo. De hecho, mientras estuvo Nuno, con operación de apendicitis de por medio, ni siquiera volvió a ir convocado y no jugó de nuevo hasta el partido de Champions en Mestalla ante el Lyon. Su otro error fue ante el Real Madrid en la Liga. Era el último minuto del encuentro y el Valencia había logrado empatar las dos veces que el equipo blanco se había puesto por delante. En el último suspiro se quedó solo ante Keylor, pero falló. Aquella jugada emborronó un buen trabajo del Valencia y dejó un sabor amargo entre los aficionados. A muchos aún les dura.