En la derrota de Anoeta se reflejó uno de los males sustanciales que persiguen al Valencia CF en una temporada en la que, transcurrida la primera vuelta de la Liga, camina a años luz de la cuarta plaza. La soledad extrema en la que vive Dani Parejo como único mediocentro organizador de la plantilla. A pesar de la exigencia extra que suponía la clasificación para la Champions League, el único refuerzo para el centro del campo con el que Nuno Espírito Santo cerró en agosto el mercado de fichajes fue el del joven brasileño Danilo Barbosa. Nunca llegó competencia directa para el capitán del equipo, quien a estas alturas de curso es el jugador más exprimido en lo físico y el que carga también con el peso mental de ser siempre el primer canalizador del juego blanquinegro.

A principios de julio el Valencia anunció la renovación hasta 2020 de Dani Parejo. Peter Lim cumplió los deseos de Nuno y premió el papel fundamental del ‘10’ en la temporada del regreso a la Liga de Campeones. Mientras tanto, en las reuniones de mayo y junio, todavía con Salvo y Rufete en el club, el nombre del organizador del Celta, Augusto Fernández, estuvo sobre la mesaAugusto Fernández para competir con Parejo y fortalecer la posición. La propuesta de Rufete y Ayala gustó al técnico portugués y, más tarde, Jorge Mendes trató de mover ficha por Augusto. A la postre, no obstante, sólo se concretó la prioridad de fichar a un mediocentro con músculo, como Danilo, y se descartó al hoy jugador del Atlético, de 29 años, por motivos de edad.

Desde entonces y hasta ahora el Valencia ha afrontado tres competiciones con Parejo, Javi Fuego, André Gomes, Enzo Pérez, Danilo y Will Zahibo, desde mediados de diciembre, como los mediocentros del plantel. El marfileño y Fuego son claramente pivotes defensivos. Por ahora, Danilo se ha mostrado como un box to box que sobresale especialmente en el apartado físico, mientras que la tendencia natural de André y Enzo los convierte más en volantes ofensivos que en referencias encargadas de comenzar la construcción del juego. Ahí Parejo es el único mediocentro organizador puro y se encuentra solo para llevar a cabo esa función. Lo ha jugado casi todo, el 81% de los minutos totales de lo que va de temporada —el porcentaje es casi idéntico en los 8 partidos de Gary Neville al frente—.

Dani Parejo, el hombre del equipo con más carga de minutos en sus piernas, ha sido un actor protagonista en el once del Valencia en 27 de los 30 partidos oficiales sumados hasta la fecha —19 de Liga, ocho de Champions y tres de la Copa—. La importancia de sus facultades exclusivas como pivote organizador ha provocado que únicamente se haya caído en tres encuentros, dos por sanción y uno por las rotaciones que intentó sin éxito Nuno. El madrileño ha completado los 90 minutos en 19 partidos y en otros tres superó los 80’. En la Champions sólo se perdió los últimos 25 minutos del Valencia-Gent. Los descansos que ha tenido son mínimos. Las primeras partes en Mestalla ante Depor y Levante o las segundas contra Atlético —después del caos que significó ver al ‘10’ y a André cerca de las bandas en el primer tiempo— y Granada, ya con la ida copera encarrilada.

A su llegada, asesorado por Voro, Gary Neville decidió recolocar a Dani Parejo en una posición más retrasada como auxilio a la defensa en la salida de balón. El inglés ha manifestado públicamente su preferencia por no fichar. Sin embargo, los técnicos no lo descartan al cien por cien y no dejan de valorar las alternativas que tienen en cada demarcación. Si mañana Neville decidiera dar una tregua al ‘10’ en Granada por la ventaja de la ida (4-0), Danilo, Zahibo o Fuego deberían asumir la conexión con la pelota entre la defensa y la media.

Por último, una mayoría de aficionados sí ficharía este enero. De los más de 2.500 encuestados por SUPERSUPER sólo el 2% no lo haría. El 72%, además, se decantaría por un medio organizador. Si ese anhelado fichaje no se hiciera, la brillantez de Gomes, aunque no es organizador puro, sería la mejor ayuda.