«No puedo estar más de acuerdo en que lleguen a la Liga las sensaciones de Copa del Rey, donde hemos marcado nueve goles y no hemos encajado ninguno». Es, por decirlo de alguna manera, el objetivo y casi el sueño de Gary Neville para este partido que marca el arranque de la segunda vuelta en Mestalla. Quedan diez partidos en casa y cualquier opción de pelear por objetivos en la Liga pasa por no dejar escapar un solo punto más del viejo coliseo que vuelve a abrir sus puertas al fútbol en el mediodía. La última temporada lo hizo en dos ocasiones, con mucha gente en la grada, muchísimo sufrimiento pero en definitiva dos victorias. ¿Será talismán? Tiene que serlo. Con 23 puntos en una primera vuelta para olvidar y perdido en tierra de nadie en la clasificación, cualquier posibilidad de remontar pasa por empezar a sumar de tres en tres.

Empieza la cuenta atrás y el técnico siente que su equipo está en deuda con la gente por no haber estado a la altura, algo evidente si se compara el nivel exhibido el día del Real Madrid, que estuvo a punto de caer derrotado en Mestalla, con la imagen decepcionante de esa segunda mitad en Anoeta, la última referencia más allá de la vuelta de la Copa en Granada. El Valencia pide paciencia, pero, ¿hasta cuándo? Una pregunta que solo tiene respuesta en el terreno de juego. Un buen partido y una victoria sería un paso importante; si la cosa se atasca y el marcador va mal, habrá impaciencia, algo que el técnico entiende: «La afición ha sido maravillosa, han apoyado al equipo en todos los encuentros desde que estoy aquí y tienen derecho a enfadarse cuando no están a gusto. Sabemos las expectativas del club, si nosotros tenemos exigencias los aficionados también. Nunca diría que el aficionado no siente lo que siente, es normal que estén decepcionados».

La realidad es que el Valencia no gana un partido en la Liga desde Balaídos y ni siquiera el factor cambio de entrenador ha servido para volver a ganar. En todo este tiempo los cuatro primeros de la tabla se han ido demasiado lejos y la diferencia hoy por hoy parece irrecuperable a menos que el equipo encadene una imponente racha de victorias. ¿Por qué le está costando alcanzar esa regularidad en el juego y resultados? «Por supuesto que es mi problema y asumo la responsabilidad. Hemos estado a buen nivel en algunos encuentros y eso es lo que estamos persiguiendo. Jugamos cada tres días, no hay posibilidad de trabajar al detalle. Estamos siempre recuperando, entrenando y jugando, pero estoy contento por cómo se están aplicando los jugadores. Ahora mi prioridad absoluta es mañana —por hoy—. Hay concentración plena en el partido contra el Rayo. Estamos trabajando mucho y queremos transformar los resultados de la Copa en la Liga. Espero un partido difícil con un inicio trepidante. En la Liga no hay partidos fáciles. Deseo que estemos concentrados y siempre con el nivel de intensidad que se espera. Hemos de estar a tope, lo hemos visto el último mes con distintos resultados. Es una competición exigente y debemos estar al nivel».

Con todo, Neville pudo solventar la vuelta de Granada sin exprimir a jugadores como Parejo, Mina, Rodrigo y Alcácer, que salió la última media hora. Recupera a André Gomes yqueda por ver si contempla razones para hacer algún relevo en la portería, donde Jaume no estuvo bien en Anoeta y Ryan sí en Granada.