Lato es el último lateral izquierdo ‘top’ de la fábrica Paterna. De la misma que salió Jordi Alba, Juan Bernat y José Luis Gayà. Por el horizonte asoma otro. El siguiente. Se llama Álex Centelles. Es de Valencia capital, aunque reside en Riba-roja, tiene 16 años, su equipo es el Juvenil B, aunque ya ha disputado cinco partidos en División de Honor y tres amistosos con el Mestalla. En uno de ellos, contra el Levante B, Santi Denia, le echó el ojo. El seleccionador nacional Sub’ 17 lo citó la semana pasada para entrenar en Las Rozas. Convenció, pasó el corte y ayer voló a Ferentino con la ‘Rojita’ para jugar el amistoso Italia-España de mañana a las 15:00. Será su debut internacional y la confirmación de que la saga del ‘3’ continúa.

‘Cente’ lleva el fútbol en la sangre. Su padre, José Centelles, jugó en el Valencia Mestalla a las órdenes de Carlos Simón y Rielo. A los cinco años ingresó en la escuela Crack’s. Dios sus primeras patadas al balón como delantero. Un COTIF de l’Alcùdia a los ocho años cambió su vida. Nico Estévez lo vio y aconsejó su fichaje por el Valencia. Llegó como interior izquierdo. Su primer equipo fue el Benjamín B de Rubén Mora. Allí no tardó ni tres meses. El técnico telefoneó a sus padres para anunciarles que tenía nivel para jugar con los mayores. Esa sería la tónica de su carrera. Su etapa de infantiles fue decisiva. El lateral zurdo Isierte fichó por el Barça y Soto, ahora segundo de Curro en el filial, lo solucionó reconvirtiendo a Álex en un ‘3’. Su sitio. La temporada pasada se proclamó campeón de la ‘Nike Cup’ con el Cadete A de Angulo alternando las dos posiciones.

Este año forma parte de la plantilla del Juvenil B, pero ya ha jugado cinco partidos con el Juvenil A y tres amistosos con el filial contra el Lliria, la Selección Valenciana y el Levante B... con solo 15 añitos. Ese día lo descubrió Santi Denia. «¿Que ese chico es del 99?», se preguntaba el seleccionador Sub’17. Y es que, Álex tiene un físico privilegiado para su edad. Su desarrollo tardío ha permitido que pase de ser uno de los más bajitos de la plantilla a uno de los más altos en menos de dos años. Ahora mide 1,86. El mundo del fútbol coincide a la hora de describirlo. «Parece tosco de primeras por su altura, pero coordina la calidad individual del interior y la fuerza y recorrido del lateral». Álex tiene una fisionomía diferente a Alba, Bernat, Gayà y Lato, pero también lo tiene todo para llegar muy lejos.