El barco del Valencia CF marcha sin rumbo y coquetea en exceso con un destino tan peligroso como la misma deriva. Cuando una nave se hunde y la tempestad no escampa, no hay más remedio que encomendarse a uno de esos marinos fieros o, hablando en plata castiza€ a un valiente con un par de bemoles. En el Valencia actual ese lobo de mar, sin duda, está siendo Paco Alcácer. A los 22 años, el ´9´ de Torrent demuestra que no es de los que se esconden en tierra firme, sino que pelea entre las olas y los nubarrones decidido a orientar como corresponde el barco de toda su vida. La capitanía de Alcácer es merecida. Él es el justo portador del brazalete. Se siente por Dani Parejo pero, hoy por hoy, lo único que mantiene enganchado al valencianista con el proyecto de Peter Lim „y no a todos, que pena dio ver el estado de la grada„ es la garra del goleador valenciano. Hace unos días frente al Rayo la enrabietada salida al campo de Paco salvó un punto entre el desastre, y en la Copa, otra vez él, se encarga de que la ilusión no haya muerto.

Paco y Negredo

Nadie en su sano juicio puede declarar amor eterno a los Neville. A los ingleses los resultados „el oxígeno y la vida en el fútbol„les han dado la espalda. Sin embargo, tampoco nadie puede negarles el día que se vayan de aquí que no intentaron todo lo que sabían con tal de enderezar la nave hacia puertos acordes con el tonelaje de un club como el blanquinegro. Uno de los problemas que encadena este Valencia es la falta también en el banquillo de la sabiduría que siempre ofrece la experiencia, más necesaria que nunca en situaciones límite como la que atraviesa un equipo bisoño. Otro error en el debe del máximo accionista, perdido en sus decisiones desde que a mediados de junio decidió cortar de raíz con quienes bien le aconsejaban. A partir de entonces tanto ha sido el caos que ha acabado afectando en el terreno de juego a un grupo de jóvenes jugadores, desequilibrado en sus fuerzas. En momentos de desorden y dolor son en los que la raza de capitán y el carácter de líder florecen. En el terreno de la dificultad Paco Alcácer y Álvaro Negredo han dicho ´aquí estoy yo´ y Gary Neville ha sabido verlo y traspasarles los galones. Negredo ya portó el brazalete en Granada en lo que fue un anticipo del cambio de roles. Es un acto valiente del técnico, a sabiendas de la fragilidad del vestuario, peor era seguir igual, seguir sin estímulos para el equipo. A Dani Parejo le pudo la responsabilidad en la charla del descanso contra el Rayo. Es un fenomenal organizador, pero no nació para ser capitán, pese al empeño del anterior entrenador. Otro regalo que dejó NES, cargando de presión a un jugador que no conecta con el público.

N´Koulou y dos más

Me he permitido el lujo de hablarles poco o nada del partido contra la UD. Lo vivido en Mestalla fue un querer y no poder. Una día más „y van ya muchos„ el Valencia demostró ser incapaz de vencer a un rival modesto. Una muestra del empequeñecimiento que se padece en la presente temporada. Me quedo con las ganas, el deseo de cumplir con el plan táctico y, sobre todo, con Alcácer y con Will Zahibo. Este chico tiene madera de mediocentro defensivo. Por lo demás, el partido evidenció la necesidad de más estímulos para este imberbe Valencia. Estímulos en forma de N´koulou, un medio que parta la pana y Cheryshev€ por ejemplo.

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