Nicolas N’Koulou (27 de marzo de 1990, Camerún) es actualmente uno de los centrales más completos de la Ligue 1. Consolidado en el Olympique de Marsella desde 2011, su tenacidad, a pesar de las lesiones, le ha permitido ser indiscutible en un OM que ha podido retenerlo durante cinco temporadas a pesar de las múltiples ofertas recibidas por él. Libre a partir del próximo 30 de junio, su situación contractual anuncia el final de su etapa en el balompié galo.

Ahora o en verano, el camerunés está destinado a dar el salto a un campeonato mayor. Su deseo es jugar en España. García Pitarch tiene como principio levantar el nivel de la defensa en el Valencia, incorporar zagueros que mezclen capacidad atlética, experiencia, lectura de juego y salida de balón. Ahí, Nicolas N’Koulou encaja.

No todo son luces. Pese a ser un gran central por sus condiciones, N’Koulou no ha ejercido como tal con continuidad durante su carrera. En el Mónaco —llegó desde la prestigiosa Kadji Sports Academy de Douala con 17 años— empezó en el filial en CFA para después ir progresando paulatinamente hasta el primer equipo. La competencia con centrales como Mongongu o Puygrenier obligó a Guy Lacombe a colocarle de medio centro defensivo. El experimento no salió del todo bien ya que esa temporada llegó Mahamadou Diarra para intentar salvar a un equipo que terminó descendiendo a Ligue 2. Con el conjunto del Principado en catarsis, N’Koulou terminaría fichando por el OM en el verano de 2011.

El salto con Deschamps

Didier Deschamps, ex Valencia CF, fue una figura decisiva en la carrera de N’Koulou. De la mano del actual técnico de la selección francesa experimentó una gran mejoría, tanto con balón como sin él. Deschamps, habituado a jugar con defensas muy adelantadas, confió en la velocidad del defensa camerunés para jugar partidos ante los grandes de ida y vuelta, cimentando la zaga en su capacidad atlética.

El resultado de la apuesta se tradujo en la Coupe de la Ligue de 2012 y en unos cuartos de final de Champions —no lo hacía el OM desde el 93, cuando salió campeón— en una temporada magnífica. Ese mismo año, el central acabaría reconocido como eje defensivo en el once de la temporada en Ligue 1. Posición que repetiría también en 2013 por su gran año.

N’Koulou tiene una hoja curricular potente. Con el OM ha tocado todos los palos y con Camerún lleva a sus espaldas muchos partidos, Juegos Olímpicos, Copas de África y Mundiales. En 2012 fue elegido segundo mejor africano de la temporada por detrás de Younès Belhanda —por entonces campeón con el Montpellier— y también quedó en segundo escalón del podio en este galardón al curso siguiente tras Pierre-Emerick Aubameyang (Saint-Étienne).

Máxima acción con Bielsa

Didier Deschamps, Élie Baup después y, por último Marcelo Bielsa, han sido entrenadores que han ido mejorando a Nicolas N’Koulou, aunque con el genio de Rosario no tuvo tanta continuidad debido a las lesiones. Los problemas físicos puntuales han sido siempre un hándicap para el internacional por Camerún, sobre todo percances musculares continuos que no le han permitido dar un golpe de mando al máximo nivel para impulsar el salto definitivo a un grande lejos de Francia. Esa oportunidad parece próxima ya que termina contrato en junio en el Vélodrome. Hay un dato: nadie le ha quitado la titularidad a N’Koulou. Nadie discute sus cualidades en un grande como el OM.