Que el Valencia estaba mal ya lo sabíamos. Que estuviera tan horriblemente mal como vimos anoche en la eliminatoria contra el Barça es lo que rompe con todos los pronósticos. Gary Neville planteó un partido casi absurdo desde el principio. Formó con cuatro laterales sobre el terreno de juego y un solo punta. Y claro, eso no funcionó. Pero hay más. No funcionó nada. Por decirlo más claro y en una sola frase lo cierro con la siguiente: si al Barça le dejas jugar al fútbol como le da la gana te llevas una goleada de escándalo. Y eso es lo que pasó. Y ojo, que no digo del penalti y expulsión porque me sabe a escaso argumento. El Barcelona marcó los que marcó y pudieron ser más. El Valencia obviamente se despide de la Copa dejando un olor malísimo tras de sí y ahora le toca pensar en la Liga, que visto lo que vimos anoche le va a costar casi un mundo salir de zonas peligrosas.

Mal planteamiento

Quiero ser generoso e incluso exagerado. Pero no puedo. No entiendo el partido que planteó Gary Neville ante el Barça ni comprendo las instrucciones que supongo dio a sus jugadores. Pero hacerlo tan mal como el Valencia en una semifinal de Copa parece casi un imposible. Miren, voy a ser franco. Llevo muchos años viviendo alrededor del fútbol y escribiendo o hablando de fútbol. Y les juro por todo lo que se les pueda ocurrir que nunca había visto antes un esperpento semejante. Ojo, digo esperpento por lo mal que lo hizo el Valencia, nunca por el Barça. Ellos simplemente aceptaron la invitación del conjunto de Neville para vivir tranquilamente con el balón en los pies y haciendo lo que ellos saben hacer casi desde que vinieron al mundo. Te marcaron un montón de goles y posiblemente pudieron ser bastantes más. El Valencia, de alguna forma, les invitó a llegar con comodidad a poner en apuros a Ryan. Y lo pusieron, lo pusieron en tantos apuros que él y sus compañeros no olvidarán jamás lo bajo que se puede caer en el fútbol.

Perder el norte

La pregunta parece boba pero tiene su interrogante. ¿Aguantamos así hasta final de temporada o le decimos al desaparecido señor Peter Lim que ponga algo de orden en este desmadre? Miren, un equipo puede perder el norte en cualquier momento „no debe... pero sí puede„ y cuando eso sucede es cuando hay que tirar mano de la gente con el culo ´pelado´, los que saben de qué va este negocio. Lo digo más claro. El Valencia es evidente que se ha despedido de la Copa haciendo un ridículo espantoso, pero, ¿qué será capaz de hacer este equipo en la Liga a partir de hoy? La respuesta hasta anoche parecía más o menos clara. Es decir, hasta anoche era suficiente con cumplir el guión y hacer un traspaso de poderes allá por el mes de junio más o menos decoroso. Pero no estamos en junio, estamos en febrero. Queda mucha Liga y muchos puntos que disputar para salir airosos de esta temporada aciaga, pero es evidente que este Valencia no anda por la ruta correcta para conseguir nada.

El futuro inmediato

La realidad nos ofrece un Valencia con una escuadra de jugadores carísima „gracias Sr. Mendes„ y escaso talento sobre el terreno de juego. Gary Neville ha querido taponar viejas heridas y hasta cae bien a la mayoría de jugadores, pero el equipo anda sin rumbo y da la impresión de que nadie se encarga de meter mano al timón para ir por la senda correcta. Visto lo que vimos anoche la verdad es que el presente de este equipo da pánico a todo aquel que si siente los colores del Valencia. ¿Y el futuro? Pues sí, el futuro da hasta un poquito de miedo visto lo que vimos anoche en el coliseo del Barça. Así, simplemente, no se juega a fútbol. Y después de eso llega la gran pregunta: ¿y ahora qué hacemos?