Hoy no es el día para contarles lo jodido que estoy porque imagino que ustedes lo estarán más. Hoy toca decir que Gary Neville no es el principal culpable pero que tampoco es la solución, que en un club de fútbol normal, después del ridículo de Barcelona estaría en la calle, y que lo normal habría sido que el propio Neville hubiese presentado la dimisión sin esperar a que su amigo Peter Lim se vea obligado a echarlo. Y hay que decir también que sería normal que el director deportivo estuviera buscando ya entrenador y que el propietario respetara su opinión y le hiciera caso, que para eso lo ha puesto en el cargo. Y que en condiciones normales los jugadores no se esconderían y tampoco se acobardarían, y tendrían los melones suficientes para dar explicaciones a la gente, y que se dejarían el alma para no seguir ensuciando el escudo que llevan. Y hasta sería normal que la gente centrara sus energías en evitar que el equipo caiga a los peligrosos puestos que bordean el descenso y dejara de peleas internas y externas. Y sería normal que yo dejara de hacer el canelo con la bobada de que vamos a ganar 0-3 pero como es normal, me conozco, y el domingo estaré arriba del caballo porque no tengo remedio ni quiero tenerlo. Y sé que es normal que los jugadores de fútbol salgan de noche, pero no es normal que me lleguen fotos de alguno, importante, tomando copas cuando la gente sufre por su equipo. Y es normal que André Gomes le diga a un aficionado que a él no le da igual perder partidos, pero es normal que se lo digan porque lo parece mucho. No me gusta que la gente increpe a los futbolistas, pero no seré yo quien le diga a la gente qué tiene que hacer, eso sí en lo que a mí respecta, no me representan ni unos ni otros. Y es normal que Albelda diga en la Cope que la palabra que tenemos que tener muy en mente es descenso, y los primeros de todos los futbolistas, porque ese y no otro debe ser el objetivo ahora. Y si aplaudimos a Kempes cuando dijo que Nuno no puede ser entrenador y manager al mismo tiempo, es normal que aplaudamos a Albelda cuando dice que en el Valencia algunos toman decisiones pensando en su puesto de trabajo y no en el bien del club. Y aplaudo porque creo que tiene razón y porque por lo mismo algunos dicen que la debacle actual comenzó con el proceso de venta pero no con Rodrigo Caio, aunque eso Albelda no lo dice, lo digo yo. Normal...

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