Denis Cheryshev es la bocanada de aire fresco que necesita el Valencia después de la humillación histórica del Camp Nou a manos del Barcelona. El ruso eligió el Valencia en el mercado de invierno para tener un rol protagonista en el equipo y quiere asumir esa responsabilidad desde ya. La última media hora del Camp Nou fue su primera toma de contacto. Ahora, más integrado en el vestuario y ya con tres entrenamientos con el grupo en sus piernas a las órdenes de Gary Neville, el cuerpo técnico entiende que ha llegado el momento de que entre al equipo inicial. Ayer hizo trabajo especial en la ciudad deportiva para llegar a tope contra el Betis. Cheryshev mira al once.

La misma predisposición por jugar tiene el jugador. Este viernes lo demostró en Paterna. Denis no se fue al vestuario cuando concluyó el entrenamiento. El jugador se quedó en el césped del estadio Antonio Puchades haciendo trabajo extra. Mientras todos los compañeros ya estaban en las duchas o tratándose en el gimnasio, el ruso estaba completando unas series de progresiones en el césped bajo la atenta mirada del preparador físico Jordi Sorlí. El objetivo es que el ruso esté al cien por cien para la ´final´ del domingo contra el Betisen el estadio Benito Villamarín. Cheyshev ha llegado en buenas condiciones físicas. No arrastra ningún tipo de lesión. Lo único que le falta es chispa. Esa que generalmente dan los minutos competición que le ha negado el Real Madrid. Denis ha llegado a Mestalla con solo 150 minutos en sus piernas repartidos en siete partidos: tres de la Champions League, dos de Liga y dos de Copa del Rey. Solo jugó de inicio en el polémico partido contra el Cádiz y fue sustituido en el descanso cuando el club blanco intentó enmendar su error. Y es que, Denis se prepara para la que podría ser su primera ´titularidad´ de la temporada.

El director deportivo Javier García Pitarch y el técnico Gary Neville están muy esperanzados en el rendimiento que pueda ofrecer el ruso en el campo a partir de ya. Ambos le han transmitido mucha confianza al jugador desde antes incluso de que se cerrara su contratación. De hecho, eso fue «definitivo» para que Denis se decantara por el Valencia en el mercado de invierno a pesar del resto de ofertas que tenía encima de la mesa. Este viernes precisamente se produjo un encuentro entre los tres a la finalización de su trabajo extra. Gary le puso la mano en el hombro de forma casi paternal, Suso le estrechó la mano cariñosamente y el futbolista se marchó al vestuario con una sonrisa en el rostro.

Ahora, tanto unos como otros, esperan que ese buen rollo se traslade el terreno de juego. De momento, el jugador dejó un buen sabor de boca en el debut. A pesar del drama colectivo del Valencia, el futbolista demostró velocidad y desborde. Tanto que sirvió para servir un gol en bandeja a Rodrigo que finalmente el colegiado Iglesias Villanueva anuló por posición antirreglamentaria del hispano brasileño. Su detalle de calidad con la pierna izquierda fue la única nota positiva de un partido para olvidar.

Pocos dudan de su adaptación deportiva al equipo. Tampoco parece que su integración en el vestuario vaya a ser problemática. El viernes, se le vio salir del vestuario gastando bromas con Shkodran Mustafi, uno de los pesos pesados de la plantilla. Denis tuvo que soportar la mofa de los aficionados del Barcelona cuando saltó al césped. Sus nuevos compañeros se dieron cuenta, detectaron que podía afectarle y, sobre todo los más veteranos, estuvieron pendientes de él durante el vuelo de regreso. Se le ha recibido con los brazos abiertos. Aún no se le quiere, pero ya se le necesita. Denis mira al once.