Peter Lim llegó y su primera inquietud fue dar al club una estabilidad económica y financiera. En su plan para el Valencia CF era el punto número uno y además imprescindible para funcionar por la situación de extrema necesidad que tenía la sociedad. A partir de ese momento todo queda a merced de la personalidad del inversor y de su particular manera de entender este negocio. Lim ha cumplido con lo primero y está fallando en casi todo lo demás. Es, curiosamente, al que menos conocemos en toda esta historia, aunque todos los grandes magnates del fútbol han pasado en algún momento por esto. A muchos les puede la vanidad, se lanzan a fichar entrenadores y jugadores sin ningún criterio profesional, en el caso de Lim con el de su amigo Jorge Mendes. Es algo que se podía esperar, aunque es complicado entender cómo lo pueden haber hecho tan mal para que en apenas un año Valencia esté por levantarse en armas contra él.

No es eso lo que pretende un millonario que, además de jugarse el dinero expone también su prestigio. Según las pocas palabras que le hemos escuchado, su deseo es que «todo vaya bien y la gente en Valencia esté contenta». Entonces, por muy duro que pueda ser para un personaje así reconocer que ha metido la pata, el que tiene que cambiar es él. Ni tantos miles podemos estar equivocados ni los resultados dicen que las cosas se han hecho bien en este último año, justo desde que tomó las riendas de manera evidente. Es hora de que los hechos respondan a las palabras. Si Mendes no controla el Valencia habrá que demostrarlo con hechos, pues fichajes como el de Siqueira lo vuelven a poner en duda. Si ha contratado un director deportivo no haga de él un cero a la izquierda. Apueste e invierta de verdad en la cantera, otra cosa que no está haciendo y que deja en mal lugar a la presidenta, que empeñó su palabra ante los accionistas. La gente gritaba a Nuno, ahora carga contra Neville y apunta a los jugadores, pero en el fondo el descontento y la frustración es con el que manda. Nadie entiende por qué lo teníamos todo para ser competitivos y el equipo está como está. Peter Lim es lo mejor que le podía pasar al Valencia en sus circunstancias y también podría llegar a ser lo peor. En sus manos está.

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