Santi Mina volvió a ser decisivo para el Valencia. Solo tres días después de su exhibición contra el Rapid de Viena a los ojos de toda Europa. El gallego lo volvió a hacer. De nuevo fue determinante. Es vez, con una dificultad añadida. Lo consiguió saliendo desde el banquillo. El joven futbolista de 20 años pide paso en el once titular. Casi a gritos. Está atravesando el momento más dulce de toda la temporada y ayer volvió a demostrarlo en el césped de Los Cármenes redondeando así una semana fantástica. Tres goles y tres asistencias que valen para asegurarse el billete para los octavos de final de la Europa League y para soñar en los puestos de Europa en la Liga. Este chaval, ahora más que nunca, es una mina.

Mina no tuvo premio en el once titular. El plan de Neville estaba por encima de todo. Había preparado la semana con dos equipos y lo llevó hasta las últimas consecuencias. Santi no cabía en el once a pesar del buen sabor de boca que dejó el jueves en Mestalla. El domingo empezó desde el banquillo. Esperó su oportunidad y le llegó en el minuto 77. Cuando peor estaba el Valencia. Entró en la banda derecha por Sofiane Feghouli. A penas tocó el balón porque la posesión era del Granada, pero tuvo una en el minuto 90 y la enchufó demostrando que está en estado de gracia. Santi siguió la jugada, se aprovechó del despeje de Andrés Fernández en el mano a mano de Paco Alcácer y definió de tiro raso. El gol de la victoria y la tranquilidad. El mismo que llevaba buscando desde la noche del jueves para firmar el ´hat-trick´. Santi corrió hacia el banquillo para abrazar a uno de sus buenos amigos del vestuario, Jaume Domènech. El jugador también recibió el abrazo de Gary Neville y el de un Álvaro Negredo que el jueves le buscaba para darle el tercero. El domingo le llegó.

Santi está en racha. El dato habla por sí solo. El gallego ha logrado en una semana los mismos números que llevaba en toda la temporada. Hasta la fecha solo había marcado tres goles -Barcelona, Getafe y Barakaldo- y tres asistencias -Granada (2) y Deportivo-. Sus números totales de su primer año en el Valencia comienzan a coger forma. Acumula seis goles y seis asistencias. Cada vez más cerca de los nueve goles -siete en la Liga y tres en la Copa- y cuatro asistencias de la temporada pasada con el Celta de Vigo. Los datos revelan una cosa: Santi está creciendo. El gallego es muy joven, tiene 20 años, y su proceso de adaptación deportiva no ha sido fácil. Ha estado superado por las circunstancias durante algunos tramos de la temporada, pero nunca ha dejado de creer en sus posibilidades y ese trabajo empieza a tener resultados. ¿Y ahora qué? ¿Se atreverá Neville a apostar por él de inicio? De momento, parece que jugará de inicio contra el Rapid el jueves y que podría volver a la suplencia contra el Athletic de Bilbao el domingo. El tiempo lo dirá.

El gol de Mina permite volver a soñar con Europa vía Liga

Europa vía Liga. Más allá de lo que pueda conseguir el equipo en competición europea. El Valencia ahora mismo se encuentra a cinco puntos de los puestos de Europa League. Está a cinco de la séptima plaza que ahora mismo ocupa el Eibar y tiene la posibilidad de ponerse a un punto del Athletic de Bilbao -octavo ahora mismo en la tabla- el domingo en Mestalla. Si el Barça gana la final de la Copa del Rey, el séptimo clasificado tendrá acceso a la próxima edición de la Europa League. Sin embargo, la reglamentación de la Real Federación Española de Fútbol no deja claro que pasaría si la ganara el Sevilla.