Una cuestión de confianza trajo a Gary Neville al Valencia CF y, de no producirse un cambio relevante en los acontecimientos, su continuidad o no a partir del próximo 1 de julio puede ser otro acto de fe por parte del propietario. Este miércoles cumple tres meses en Valencia desde que asumió la herencia de Nuno y, al menos por lo que respecta a sus números, no le ha ofrecido hasta el momento argumentos a los que agarrarse para la renovación de su contrato. Quizá por eso, incluso después de cuatro victorias seguidas en el que ha sido sin duda su mejor momento desde que llegó, el día antes de enfrentarse al Athletic en Mestalla el técnico confirmaba que cualquier conversación que tenga que ver con su futuro queda aplazada hasta el mes de abril.

Peter Lim tampoco es que necesite demasiados argumentos para confiar en Gary, con el que mantiene una estrecha relación y contacto prácticamente a diario. Muy mal tendrían que ir las cosas de ahora en adelante para que cambie su idea de que el inglés puede ser su hombre para continuar este proyecto en el futuro. Ni siquiera el hecho de que su falta de experiencia no convence a los aficionados, por mucho que se valore su esfuerzo y dedicación para levantar un equipo roto por la mala planificación de la temporada. Lim acabó destituyendo a Nuno Espírito Santo a finales de noviembre por la presión popular, aunque no era partidario de hacerlo. Una vez vista la travesía por el desierto del equipo en los tres meses posteriores, no tiene intención de volver a cometer el mismo error. Al menos así lo considera. Al contrario, pese al 7-0 del Camp Nou, lo lejos que está volver a competir en Europa y la amenaza de verse de nuevo cerca de los puestos de descenso en función de los resultados de esta semana, el magnate tiene decidido que pase lo que pase Neville acabará la temporada.

Crispación

El propio técnico así lo desveló horas después de que el club anunciase la contratación de Pako Ayestarán para reforzar su cuerpo técnico. "Para ser claros, yo soy el entrenador del Valencia y lo seguiré siendo hasta final de temporada", llegó a decir antes del partido de ida con el Rapid, después de lograr ante el Espanyol su primera victoria en la Liga. No se había producido hasta ese momento el doble enfrentamiento con el Rapid de Viena, dos partidos en los que su equipo sí fue netamente superior en el terreno de juego y en el marcador a su rival. Primero el peligro de caer en puestos de riesgo para la permanencia y después esas cuatro victorias seguidas han suavizado el clima de crispación en torno al proyecto, aunque el domingo el equipo volvió a ser incapaz de imponerse en Mestalla a un rival que tendrá mucho que decir en las aspiraciones del Valencia de competir la próxima temporada en Europa. Son solo dos victorias en la docena de partidos que ha dirigido en la Liga.

Si logra enderezar el rumbo en la Liga y seguir avanzando en la Europa League pondrá más fácil la decisión al propietario. Dicho de otra manera, esa decisión de renovarlo será acogida de una manera u otra por los aficionados. Sea quien sea el que decida al final la apuesta para el banquillo, aunque el propio Lim tendrá siempre la última palabra más allá del criterio del director deportivo, el tiempo corre a su favor. A medida que pasan las semanas los candidatos que pueda tener Suso García Pitarch se irán vinculando a otros proyectos y con ello Gary Neville estará más cerca de continuar. Después está lo que piense el propio Neville. Cuando llegó dejó claro que venía a trabajar como si fuera a estar aquí muchos años y, de hecho, con la intención de trasladar a su familia. Según sus propias palabras, sería una decepción poner fin a l experiencia en solo seis meses.