Santi Mina quedó como hombre del partido en una goleada para la historia. El Valencia CF arrolló al Rapid Viena en una primera parte perfecta en la que el atacante gallego firmó dos goles y dejó tres asistencias.

Una pasada. Lo hizo todo y explotó el talento que tanto promete. Poco más se le puede pedir al partido, pero Álvaro Negredo le lanzó un guiño en la segunda parte: «Santi, vente cerca de mí que te voy a dar el tercero». El gesto del delantero insiste en su posición como líder de la manada. La intención era que redondeara su gran noche con un hat-trick, que se llevara el balón firmado por todos a casa. Mina es un jugador realmente querido en el vestuario y apreciado en el cuerpo técnico. Saben que lo ha pasado mal, que tiene 20 años y un margen de crecimiento enorme. Después de hacer más entrevistas que nunca, Santi salió el último de Mestalla, sobre las 00:20 horas y aún había algún aficionado esperándole para conseguir una foto, un autógrafo. Asegura que no suele dormir casi nada tras los partidos.... anoche menos. «Es por la tensión, el cansancio. Hoy me voy tranquilito a casa y mañana a trabajar otra vez», aseguró. En el vestuario quedó una espinita clavada. «Merecías llevarte el balón firmado», le dijeron sus compañeros.

Mina tiene su personalidad. Los momentos de tensión y las averías del equipo le han afectado, como a todos. Pero cuando el Valencia compite como un bloque el efecto es superior, indiscutible. Ante el Rapid se demostró que el grupo tiene calidad y posibilidades. Los austriacos, revelación en la fase de grupos en la Europa League -en la que ganaron al Villarreal en Viena y terminaron derrotados 1-0 en El Madrigal- sucumbieron (6-0) ante la mejor versión del Valencia en mucho tiempo. Mina participó en los cinco primeros de forma decisiva. «Me quedo con la contundencia del equipo, estoy contento, pero prefiero destacar las ganas y ambición con las que salimos todos», destacó el ´22´ valencianista. Juego en equipo. Negredo no es el único que quiso lanzarlo. Rodrigo no se cortó a la hora de felicitarlo en las celebraciones.

Cinco goles en 35 minutos después de su serial insufrible de partidos en los que el Valencia siempre sufrió sin importar el perfil o la categoría del adversario. ¿La clave para un cambio tan radical? «No tiene explicación clara€ El equipo siempre sale con ambición, hasta ahora, estábamos en una dinámica negativa y eso afecta a la confianza, con el paso de los minutos aparecían los nervios. El fin de semana pasado conseguimos los tres puntos ante el Espanyol y eso nos ha ayudado, creo que esta nueva victoria puede ser un punto de inflexión», describió Mina. El equipo necesitaba un triunfo para desbloquearse y reciclar sensaciones. Mina adelantó al Valencia frente al Rapid a los cuatro minutos. El equipo se encontró por delante en el marcador, logró golpear primero. En lugar de ese exigente escenario de tener que remar contracorriente, pudo liberar su fútbol. La situación generó el efecto contrario en su rival, que se derrumbó ante la magnitud del escenario y la intensidad del rival.

Mina no recordaba una noche igual: «Al Rayo le metí cuatro€ la actuación de hoy la recordaré siempre». Contra los vallecanos, en Balaídos (6-1) voló con dos goles en cada acto. ¿Su mejor partido? «Esta es la mejor primera parte que he hecho, todo tiene que ver con el trabajo diario y la confianza de mis compañeros y del cuerpo técnico». Santi Mina se siente querido.