Al rostro de Denis Cheryshev se le ha colgado una sonrisa de oreja a oreja.

Las cosas le van bien. En cuestión de semanas, el extremo ruso ha visto cómo su día a día ha cambiado completamente hacia un mejor panorama. En el Valencia es actor principal, disfruta del fútbol, su adaptación está siendo perfecta y tiene una contribución decisiva a la reacción del equipo. Con dos goles que han servido como argumento fundamental para sellar las remontadas ante Espanyol y Málaga, Denis ya es el motivo para la ilusión al que se aferra el valencianismo.

Tras una puesta en escena de alto nivel en La Rosaleda, el futbolista contrastaba así su deseo de seguir en Mestalla más allá del límite de su cesión por el Real Madrid, el día treinta de junio. «Yo estoy muy a gusto aquí, desde el principio todos me han recibido de manera fenomenal: aficionados, compañeros, técnicos, club... Aunque lo que puede pasar tampoco depende al cien por cien de mí., explicó convencido.

Tras esta declaración de intenciones, el futbolista charló a solas con SUPER y explicó sus motivos. «Me siento valorado en Valencia, por supuesto. Desde el primer momento en el que llegué el trato ha sido fenomenal., señala. El fútbol es un juego y si no juegas pierde todo el sentido. Ese podría ser el eslógan de cabecera de un Cheryshev que no esconde su agradecimiento hacia el técnico, Gary Neville. «Me da mucha confianza, estoy muy agradecido, me dice que haga lo que sé, que confíe en mi fútbol y que ayude al equipo en lo máximo que pueda». Si uno mantiene una conversación con el ruso no tarda en darse cuenta de dos aspectos que supura por cada poro, su estricto sentido competitivo y su concepto de ayuda al colectivo. Ambos se los inculcó su padre, Dmitri Cheryshev.

Papá Cheryshev llegó a España en 1996 para jugar en el Sporting de Gijón de los rusos, donde daría buena cuenta de su velocidad como extremo. Internacional con la selección de fútbol de la Comunidad de Estados Independientes primero y con Rusia después, dejó su sello como profesional antes de culminar su carrera en el Aranjuez y unirse como técnico a las categorías inferiores del Madrid. El primero de la saga es un hombre de fútbol y no tiene dudas: «No he hablado con mi hijo de esto pero voy a decir una cosa. Denis está feliz y él es un chico mayor. Sabe y puede tomar decisiones. Cuando dice algo lo dice de verdad y si ha dicho eso es porque lo siente, porque está contento con el club. Está jugando y eso es lo más importante para él. El entrenador confía en él, en el equipo lo han acogido con mucho cariño... Cuando dice algo lo dice de verdad y si ha dicho eso es porque lo siente, porque está contento con el clubDesde el día que llegó me dice que está bien.

El discurso del valencianista avanza exactamente en la misma dirección. «Yo creo que llevo poco tiempo en el València y tengo muchas cosas que mejorar. ¡Solo he metido dos goles! describe el ´24´, al que el cuerpo técnico le incide en «la llegada a puntos de remates. He tenido la suerte de que me han visto en esas dos ocasiones contra Espanyol y Málaga para hacer goles». A fuerza de trabajo, las cosas le salen a pedir de boca y acapara elogios de todos los sectores del valencianismo. Su padre, que forma parte del cuerpo técnico del Sevilla, donde ayuda a Emery y facilita los procesos de adaptación del también ruso Konoplyanka, sigue con efervescencia su carrera. ¿Pero cuál es su mayor ilusión? «Que sea feliz, para mí es lo más importante, y en Valencia lo está logrando. Para mí no importa que gane un Mundial, una Eurocopa... Hace dos años, con el Sevilla, no jugó mucho, aquel año ganó la Europa League, que es un trofeo importante y tenemos la medalla en casa pero para mí su felicidad está por encima de eso. No me importa donde juegue»«Que sea feliz, para mí es lo más importante, y en Valencia lo está logrando, responde.

Pudo ser en verano

Pudo aterrizar en Mestalla el pasado verano pero Benítez y Florentino Pérez se opusieron a ello. Meses después, ante su falta de protagonismo en el Madrid, había que encontrar una solución. «Fue todo a ritmo de vértigo porque Denis tenía dos ofertas y en un principio el presidente del Madrid no le dejaba salir al Valencia ni al Villarreal ni a ningún club de España. Se negaba. En el último momento, cuando creo que faltaba un día para que se cerrara el mercado, le dijeron ´tienes dos ofertas y puedes elegir´. el presidente del Madrid no le dejaba salir al Valencia ni al VillarrealDenis tomó la decisión de ir al Valencia y no se equivocaba.

Para Dmitri, el Valencia es un equipo ganador. Él lo conoce bien porque lo ha sufrido como contrincante. «Es un club histórico, un club que siempre ha sido importante en la Liga, ahí puede ganar trofeos. Nosotros tenemos paciencia, está jugando y quiere entrar en la selección absoluta de Rusia para participar en la Eurocopa. Después veremos qué pasa». Si su objetivo se cumple, en verano visitará Francia con su selección. En su agenda hará sitio para visitar a sus familiares en Rusia y quién sabe si tomará el sol en la Malvarrosa. «Cada vez voy conociendo más de esta ciudad. Me encanta la playa, aunque no he tenido tiempo para conocer más».

Sin periodos de adaptación

El extremo ruso ha conquistado a los técnicos sin necesidad de someterse a periodos de adaptación y ante el Málaga se confirmó generando espacios, fabricando caminos hacia la portería de Kameni y atacando en los contragolpes dejando buena muestra de su potente zancada, «un partido competido», como analiza, en el que el Valencia no hizo un fútbol «vistoso» pero del que sale «reforzado de moral para afrontar lo que nos viene en las dos competiciones. Ahora nos centramos en el partido contra el Atlético de Madrid.La afición y el equipo estamos muy ilusionados y esperamos plantarles cara»

. El cambio de dinámica con las últimas semanas es más que evidente y es que, según reconoce Cheryshev, «con la victoria contra el Espanyol hubo un pequeño cambio en la mentalidad de todos. Eso se ha visto reflejado en que juegue quien juegue el equipo lo hace bien tanto en Liga como en Europa League».

Dmitri le inculcó el fútbol en Moscú a los tres años

Padre e hijo, unidos por el Balón: Denis iba a las dobles sesiones de su padre en el Dinamo y dormía entre entrenamientos

Denis Cheryshev lleva el fútbol en la sangre. Desde que tenía tres años. Es la edad con la que pisó su primer campo. El responsable de que la pelota corriera por sus venas tan pronto fue su padre. Dmitri jugaba en el FC Dinamo de Moscú y se llevaba a su hijo todos los días de entrenamiento a la ciudad deportiva. Allí empezó a convivir con los balones, las porterías y el césped que ahora es su vida. «Él venía conmigo todos los días, cuando teníamos dobles sesiones él se dormía entre los entrenamientos. Luego vino al Sporting de Gijón, siempre estaba conmigo». Y es que, padre e hijo vivían por y para el fútbol.

Fue con diez años cuando Denis recaló en el Real Madrid. Allí empezó una aventura en la que descubrió el lado menos bonito del fútbol. Aunque parezca increíble, en el Cadete A no jugaba por bajito. Su padre aún no se lo explica. «En el Cadete A no jugaba tantos partidos como tenía que jugar. Un entrenador de categorías inferiores debe dar oportunidades a todos los niños y al final del año ya decides si cuentas con este o con el otro. Denis no jugaba, estaba triste y bastante cabreado con todo lo que pasaba. El único consejo que yo le daba es que siguiera trabajando a tope. ´Sigue, Denis, sigue. Ya lo verás, todo va a salir bien, tú no te preocupes´. Siempre hay rachas buenas y rachas malas pero nunca hay que renunciar al trabajo. Denis ya lo sabe todo esto. Fueron sus primeros problemillas en el fútbol. Yo le dije que el túnel no siempre era oscuro, que al final vería la luz y mira donde está ahora mismo. A los quince años no se puede juzgar a nadie por la estatura. Yo trabajé en el Madrid con Marcos Llorente que era el más bajito y ya ha ido citado con el primer equipo del Madrid».

Han pasado los años, pero padre e hijo siguen hablando de fútbol. Eso sí... Denis no lo lleva muy bien como explica entre risas sus padre. «Cuando comenzamos a hablar de fútbol siempre me dice... Papá, déjame en paz. Tenemos buena relación, podemos hablar tranquilamente pero intento no hablar mucho sobre su juego, sobre su trabajo porque primero al lado del entrenador en Paterna, llegas a casa y tienes otro entrenador... Imagínate como debe ser eso... Es normal que se cabree a veces, yo intento no hablar mucho de eso...».

De lo que no hay discuten es de quien es mejor. El padre lo tiene claro. «Denis tiene una calidad tremenda, visión de juego, carácter, yo siempre traté de infundirle que tenga la sangre caliente para jugar, que sea agresivo. Creo que es mucho mejor que su padre. El doble o el triple... Lo único, es que el padre era más rápido, más explosivo, pero si hablamos entre Denis y Dmitri, por supuesto él es mejor futbolista», asegura.