En el momento en el que el árbitro pitó el final del encuentro frente al Levante, el Ciutat de València se convirtió en una auténtica fiesta. En esa liberación de júbilo, que por otra parte constrasta la necesidad de la parroquia levantinista, la función de los jugadores del Valencia se limitó a formar parte del atrezzo, "no hemos jugado al fútbol, hemos estado en el campo" llegó a decir el capitán Paco Alcácer. Había un grupo de héroes y una hinchada que los reverenciaba. No eran ellos. Antes de marcharse del terreno de juego los hombres de Neville felicitaron a los granotas con deportividad y se dirigieron hacia el córner que habían defendido durante la primera parte. Allí esperaban un grupo de valencianistas y no para recibirlos con honores de gladiador. «Jugadores mercenarios» o «esta camiseta no la merecéis» fueron los cánticos que dedicaron los aficionados a la comparecencia de los suyos. El enfado y la indignación eran evidentes. El equipo de Neville no estuvo a la altura, hizo el ridículo y en un derbi contra el Levante.

Los futbolistas del Valencia peregrinaron hacia la zona de la afición visitante, donde había más de seiscientos valencianistas enfurecidos. La reacción es reflejo de cómo se siente Mestalla, que no traga más en una temporada en la que el equipo no ha acompañado las expectativas. Después de la reprimenda, los jugadores se marcharon cabizbajos, desfilando hacia el túnel de vestuarios por delante de la ´piña´ que formaban los del Levante, exhultantes. A raíz de la derrota, el valencianismo pronunció en redes sociales, donde descargó contra los protagonistas. Es el caso de dos exguardametas. Cañizares publicó en varios tuits: «VCF en continuo deterioro, y sin soluciones a la vista... Cuando el desgobierno entra en un club y las decisiones son producto del capricho, no hay entidad que lo resista por mucha historia que tenga. Y la única explicación, esperanza, o aliento por parte son las agotadas palabras de Neville. Han mentido, especulado y maltratado a nuestro club. Y lo peor es que lo han hecho con el permiso de la mayoría... Qué pena, de verdad... Siempre dar mi opinión y no ser cómplice con mi silencio».

El mítico José Manuel Sempere dijo: «Se están perdiendo los valores del club. Está siendo una falta de respeto a la afición y a la entidad. No se puede defender lo indefendible».