Está ante "el reto más difícil" de su carrera. En un momento de tensión generalizada, Pako Ayestaran no quiere ni oir la plabra "miedo" y afirma que el Valencia "ya tiene" un gran entrenador. Su objetivo es recuperar futbolistas y clama a la unión para lograr la salvación en las últimas jornadas. El vasco asume los límites en esta situación de emergencia que no le permite impregnar al equipo con su sello propio. Por ello, apuesta por ser fundamentalmente práctico.

¿Es duro tener que empezar así?

Sí, pero sabíamos lo que había.

¿Cómo es afrontar un sueño en una situación así de delicada?

Se afronta con ilusión, con pasión y mucha energía... No hay otra. La dificultad si la quieres superar tienes que trabajar.

Eso lo ha echado de menos este equipo...

No, no estoy de acuerdo. En el partido ante Las Palmas no sé si les puedo dar un diez en cuanto a esfuerzo pero si que vi un nivel medio-alto. El equipo peleó, trabajó y se dejó la energía que tiene. No nos llegó pero a nivel de esfuerzo y trabajo... Todavía no he visto los datos pero la cantidad de kilómetros que tuvieron que hacer para bascular, llegar fuera, llegar a Roque Mesa pero el esfuerzo fue alto.

Al principio el equipo dio una sensación defensiva bastante sólida...

Me parece que solo hubo un disparo a Alves en todo el primer tiempo. Estuvieron bastante lejos de nuestra portería, cosa que no conseguimos en el segundo tiempo.

¿Hasta dónde se vio reflejada su idea en el buen tramo del equipo?

No... En estos momentos no es fácil, la idea de juego que a mí me gustaría plasmar en una situación de este tipo en la que hay falta de confianza y presión... Aunque a mí me gusta hablar de responsabilidad antes que de presión, depende de cómo la gestione cada uno, uno la gestiona en modo de responsabilidad y otro, sin embargo, le presiona y le atenaza... No es fácil. A mí me gustaría que el equipo tuviese mucha más posesión, que jugase más al pie, que fuésemos capaces de ir con las líneas juntas... Todo eso lo he conseguido en otros equipos pero el equipo no está en la situación de tener la confianza para afrontar ese tipo de juego.

¿Hasta qué punto es posible plasmar su idea de juego en esta situación de emergencia?

Es difícil pero tenemos que ir por ahí. El equipo tiene que convencerse de que tiene que tener un poco más la pelota. Lógicamente, defender es importante pero yo no soy de los que piensa que cuando mejor defiendes, mejor atacas. Creo que cuando mejor atacas, mejor defiendes porque normalmente estás posicionado de forma correcta. Tengo que tratar de convencerles de que el equipo solo defendiendo no va a sacar los partidos. Creo que ellos también son conscientes.

¿Está capacitado el equipo, conforme está a nivel físico y de confianza, para desarrollar esa idea de la presión como organizador?

Tenemos que ver si podemos evolucionar poco a poco hacia eso. Que no vamos a llegar a eso es seguro pero tenemos que tratar de evolucionar hacia eso. Si ayer no planteamos ese tipo de juego es porque lógicamente el equipo no está para eso, sino lo hubiéramos planteado desde el minuto uno. Una cosa es las ideas que tú tengas y otra con la que los jugadores se sientan cómodos en el campo. Si no, al final va en contra del rendimiento y en contra del resultado.

Hay jugadores que están por debajo de su rendimiento. ¿La cabeza no tira de las piernas o las piernas no tiran de la cabeza?

Hay que ser conscientes de que los jugadores son los que más sufren. Yo no estoy nada de acuerdo con que a los jugadores no les preocupa nada de lo que les está ocurriendo. Todo lo contrario. A los jugadores les preocupa mucho, lo están padeciendo y están padeciendo no solo sus propios errores sino los nuestros, de los técnicos, los errores que ha podido cometer el club a la hora de planificar o tener referencia de muchas cosas. Cuando el rendimiento no es el adecuado no hay que mirar solamente a los jugadores. Ellos son una parte muy importante, lo mismo que cuando el rendimiento es alto, que son los máximos responsables, pero no hay que cargar solamente con los jugadores. El fracaso hay que compartirlo. Igual que nos gusta compartir el éxito, el fracaso también.

Setién dijo que veía al Valencia deprimido y que la derrota en Gran Canaria iba a ser un palo muy duro.

Espero que no. Estamos desde hoy poniendo las bases para que eso no ocurra. Somos conscientes de que hicimos cosas bien pero somos conscientes de que hay otras que tenemos que mejorar sí o sí.

¿Le preocupa la cabeza de los jugadores, que no sepan asumir que están metidos en el barro?

Es la situación que tenemos, el equipo está convencido de que vamos a salir de esta. No hay que mirar muy lejos. Hemos hecho todo lo posible para empezar a sentar las bases de las cosas que tenemos que corregir y nada más. Hoy lo que hay que hacer es descansar y recuperarse para que el martes vengamos en doble sesión y trabajemos.

Las Palmas hizo 109 y el Valencia 113 kilómetros recorridos. El problema es cómo se corre, hacia adónde y por qué. Da la sensación de que a este Valencia le falta dirección.

Que le ha faltado, seguro. Si no le hubiese faltado seguramente no estaríamos hablando de esto. Hubiera habido resultados. Creo que teniendo en cuenta el planteamiento que se hizo, durante el primer tiempo el equipo corrió mucho y supo hacia donde corrió. Fruto de saber hacia adónde corría, dónde había que apretar, dónde había que hacer coberturas, de la manera que había que tirar la línea... Las Palmas prácticamente no existió. En el segundo tiempo ya nos costaba más llegar. Cuando empezamos a tener un poquito de miedo, Viera y Tana se empezaron a meter a la espalda de nuestros mediocentros y nuestra defensa comenzó a correr hacia atrás por miedo en lugar de mantener la línea, se abrió el espacio con el centro del campo y tuvimos algunos problemas. Y eso es lo que tenemos que corregir.

Da miedo el estado mental del futbolista.

Sí, pero el miedo no sirve de nada. Te atenaza y no te sirve para buscar soluciones. Nosotros tenemos que detectar claramente lo que está pasando, ayer lo hablamos claramente. A mí me gusta que los jugadores hablen de la sensación que han tenido en el campo porque al final son ellos los que la tienen, yo les doy mi punto de vista y entre todos intentamos ver las cosas que tenemos que mejorar. El Valencia tiene que intentar tener más la pelota.

Rodrigo y Alcácer admitieron que el factor mental es un problema. ¿Cómo se trabaja en esta situación?

Hay que superar la dificultad. Cuando tú tienes un problema, como por ejemplo que Viera se meta a la espalda de los mediocentros y no estás llegando, eso es una dificultad y la tienes que superar. Para eso tienes que superar la dificultad en el entrenamiento y tienes que ver que eres capaz de hacerlo, de mantener la línea y correr sin problemas. Ser capaz de superar la dificultad y focalizarte en el entrenamiento.

Cuando un club cambia 4 veces de entrenador es que algo se ha hecho mal a todos los niveles. Los jugadores están en el foco pero algo está fallando más allá de ellos.

Sí, pero hay que tener en cuenta una cosa. Los futbolistas son los que están en el foco pero son los que nos van a sacar de esta. Seamos conscientes de esa realidad. Esto es como el hijo que tiene un examen complicado y por la mañana en lugar de decirle ´hijo, lo va s hacer muy bien´, le dices ´cuidado que como vengas con una mala nota te voy a machacar´. Creo que en este momento todos tenemos que sumar y sobre todo después de lo que vimos ayer. Yo no tengo ninguna pega. Y el que me diga que realmente el equipo no se esforzó pues para mí vio otro partido. Lo que tengo que hacer es fortalecer el espíritu que tuvo el equipo en Las Palmas, que no estuvo refrendado con una continuidad en el segundo tiempo y no estuvo refrendado con el juego que se supone que el Valencia tiene que tener. Hasta ahí estoy totalmente de acuerdo.

¿A los futbolistas les han faltado herramientas? Es el momento de los entrenadores. Los grandes futbolistas piden grandes entrenadores...

Ya lo tienen.

¿Ya lo tienen?

Sí.

Eso sería un paso. El equipo no ha tenido ni un gran líder ni el volumen de juego necesario para competir durante noventa minutos.

Pues en eso estamos.

¿Por qué venir al Valencia como asistente de Gary Neville cuando usted había decidido ser el líder de sus propios proyectos?

Porque es el Valencia.

¿Y es importante para usted?

Sí.

Usted sabe que para mucha gente es la mano derecha de Benítez, el autor de un gran ciclo de este club.

No sé si tengo esa fuerza, lo que trato en la medida de lo posible es ser honrado con mi trabajo, dejarme guiar por lo que mi corazón y mi mente me orientan en cada momento y en ese momento, que yo no pensaba que fuera hacerlo porque había tomado la determinación de continuar como primer técnico, la oportunidad de venir al Valencia me embargó. Y también de ayudar a Gary. Ambos, como sabéis, tenemos un amigo en común como es Carragher. Tengo con él una buena relación que se ha convertido en amistad pero que partió porque compartíamos los mismos valores en relación al fútbol. Profesionalidad, ambición, respeto... Ese tipo de cosas. Son las que te hacen identificarte con los jugadores y no con otros.

¿Sabía o imaginó que podría acabar siendo el primer entrenador?

No, porque desde el principio yo tenía claro que quería que esto saliese bien. Que hubiese salido bien era bueno para todos. Para el club, para Gary y para mí. Eso seguro.

Dijo que este era el reto para el que habías estado preparándose toda la vida. ¿Le hubiera gustado tener algo más de margen?

Me hubiese gustado llegar en pretemporada y tener seis o siete semanas de trabajo, marcar las pautas y tener cierto feedback con la plantilla. A todos nos gustan unas características de juego determinadas pero eso no ha ocurrido. La situación se ha dado ahora y pensar en lo que me hubiese gustado ahora no importa.

¿Es la situación mas difícil que ha afrontado en toda su carrera?

Sí, es la más difícil.

No solo por la época de Benítez sino por el contexto, es el único al que la primera línea no ha devorado. ¿Qué mensaje le mandar a la afición?

Que la solución pasa por todos. Todos somos importantes. La afición en este club ha sido siempre importante, creo que se tienen que dar cuenta de que los jugadores son los que nos van a sacar de esta. No Pako Ayestaran, los jugadores. Siempre y cuando sean respetuosos con la profesión, con sus compañeros, el club y la afición se merecen apoyo y comprensión.

¿Y qué le diría a la afición sobre el propietario del Valencia?

Lim me transmitió determinación. Tiene claro que va a hacer todo para poner a este club en el lugar en el que le corresponde. Peter Lim está aprendiendo. Al final, yo que he tenido la fortuna de moverme por muchos países, al final te das cuenta que el fútbol no es igual en todos los países. Tampoco lo es el sentimiento de club ni la forma de organizar. Los valores de los jugadores y la forma de comportarse que tienen en diferentes lugares no tienen nada que ver. Una de las cosas que me di cuenta en mi último proyecto es que eso de que tus principios funcionan en cualquier lado no es tan así. A veces tus principios resultan ineficientes porque estás en otro contexto. Ellos lo están aprendiendo y ahora mismo, como se vio en la rueda de prensa de mi presentación, la figura de Suso García Pitarch va a ser importante. Todo el mundo necesita tener esa referencia de club.

¿Les ha hablado a los jugadores acerca de lo que piensa Peter Lim?

No. No tengo que hablar con los jugadores sobre los planes de Peter Lim. Yo tengo que hablar del proyecto que tenemos conjunto, que tenemos que colaborar para sacar esto adelante y es el club el que realmente les tiene que explicar porque yo ojalá sea parte del club y del siguiente proyecto... Pero yo realmente no soy el club. Los entrenadores como sabéis llegan, se van y nada más.

¿Cuando le preguntó qué le podía aportar al equipo qué le respondió?

Peter Lim no me pregunto en ningún momento qué iba a aportar. Las personas que le aconsejaron que fuese yo el entrenador ya sabían qué podía aportar. Simplemente me preguntó si tenía confianza en coger este proyecto y le dije claramente que sí. Me preguntó también que cómo me veía de cara al futuro. Yo le dije que estaba agradecido por eso, que yo soy entrenador de fútbol y mi futuro depende de hoy y de los resultados que consiga. Lo que has hecho en el pasado no sirve de nada.

Tiene siete partidos y dos meses.

Así de claro.

¿Cómo levanta Ayestaran al equipo en el día después de una derrota dramática? ¿Cómo se enfrenó ayer a esa situación en Paterna?

El factor psicológico es fundamental pero es partir de detectar por qué se producen las cosas. Si tú no eres capaz de detectar por qué se producen las cosas y cuál es la solución, el resto no sirve. Y en eso estamos. Lo más importante es ser conscientes de las cosas que hicimos bien, tener claro qué equipo queremos ser, si tenemos la posibilidad de hacer algo más de lo que hicimos en Las Palmas y cuales son los aspectos que tenemos que mejorar.

Y ese partido lo vio ya en el vuelo de vuelta a casa.

Sí.

Y por la mañana tendría claro por dónde tenía que entrarle al equipo.

Totalmente. Y de hecho la sesión ha ido en esa línea. En tener claro qué es lo que me gusta y hasta donde pueda llegar, teniendo en cuenta las condiciones del equipo, pues lo voy a intentar. El equipo tiene que tratar tener más juego en el medio y tiene que participar todo el mundo en el juego. Los defensores son atacantes, cuando la pelota está por delante de ellos no tienen que superarla pero tienen que entender que si el jugador necesita un apoyo ellos tienen que estar en esa posición y eso te va a llevar a estar mejor posicionado en el campo en caso de pérdida. Y en eso hemos estado.

¿Ha cambiado su conexión con el futbolista en relación a cuando era asistente de Gary Neville?

Sí, ahora tengo la oportunidad de lanzarles el mensaje que considero que tengo que mandarles. Con Gary estaba para ayudarle. Y totalmente de acuerdo con las cosas que hacía. Al final en un cuerpo técnico no hay otra vía. Nosotros tres „incluye a los dos periodistas„ podemos tener discrepancias pero en al final la solución de un problema puede estar aquí, ahí, allí o en medio. Cuando tomas la decisión la tienes que sentir tan tuya como mía. Y eso es lo que trato en la medida de lo posible porque creo que eso es un cuerpo técnico, independientemente que pueda estar totalmente de acuerdo o no.

¿Por eso Phil Neville ya no se sienta en el banquillo?

No, no... Simplemente por función. Las personas tienen que tener funciones. Si una función está cubierta pues no tiene sentido tener más gente. Es decir... ¿Por qué no sentamos al analista también?

No es lo mismo el asistente que el analista.

Sí, pero bueno... Como entrenador, tienes asistentes técnicos para diversas funciones... Y yo en el banquillo la persona con la que consulto las decisiones, las dudas o las convicciones es mi asistente, David Caneda. Cuando tienes demasiadas opiniones en momento de tensión es difícil digerirlas. Igual la tercera opinión resulta que es la buena pero bueno...

¿Y eso se lo ha explicado a Phil Neville?

Nosotros tenemos las cosas claras en el cuerpo técnico.

¿Y qué pasó con Sorlí?

A mí los capitanes no me han preguntado nada...

¿Cómo que no?

No me pongas esa sonrisita... Normalmente lo que digo es verdad.

¿Les ha gustado a los jugadores que Sorlí ya no esté en el club?

Parece ser que no.

¿Y cómo aborda esa situación? ¿Le preocupa?

De momento no porque al final en la vida hay que tomar decisiones y esas decisiones a veces son duras o no gustan a todo el mundo. Me imagino que en vuestra empresa también se tomarán decisiones de ese tipo, en las cuales viene otro periodista, el cargo no se puede doblar y alguien tiene que salir. Eso no significa que uno sea mejor profesional que el otro, sino que simplemente si tú eres subdirector del periódico un día te gustaría generar tu grupo de trabajo. Yo no lo entiendo de otra forma. Mi relación con los jugadores es honesta, directa y clara.

Que por otra parte es lo que necesita el Valencia, volviendo al principio.

Es mi forma de ser y normalmente he visto que funciona. Seguramente más discusiones que las que tuve yo con Stevie Gerrard habrá tenido poca gente y sin embargo tenemos una gran relación a día de hoy. Hace poco me di un abrazo también con el Kily González en la Alameda. Y él y yo... Pero bueno, Kily era un jugador de los que cuando había que apretar apretaba y cuando lo necesitabas estaba ahí. Yo creo que no está reñido la exigencia, la honestidad y el respeto.

¿Tenemos jugadores de esos, a los que usted les apriete y respondan?

Tenemos de todo. Si hubiésemos tenido una plantilla con un porcentaje alto de ese tipo de jugadores igual no estaría aquí... Los jugadores son diferentes y a unos hay que tratarles de una manera y a otros de otra. Hay una gran frase que dice ´Os voy a querer a todos por igual pero no pretendáis que os trate a todos por igual´ y esa la dijo John Wooden, que era un entrenador de baloncesto de UCLA, el que más ganó en los torneos universitarios. Cada uno tiene su personalidad y hay que tratar de sacarles rendimiento. A alguno habrá que darle palo y a otros zanahoria.