«Si se va Banega vendrá otro mejor y cuando se vaya ese, ficharemos a otro mejor», aseguró hace unas semanas Pepe Castro, presidente sevillista. El Sevilla asume que Banega dejará el equipo en junio. No es oficial, pero la información dice que ya es el Inter. Ha podido más el dinero, que el proyecto. Después de salir del Valencia por la puerta de atrás y fracasar en Newell´s, Éver encontró con Emery y en el Sevilla el contexto ideal para explotar. En en Pizjuán ha alcanzado la madurez a todos los niveles, con 28 años es uno de los mejores centrocampistas creativos de La Liga.

La cabra siempre tira al monte. Banega no termina contrato el 30 de junio, en los papeles tenía una la cláusula por la que renovaba automáticamente una temporada más si jugaba 30 partidos -con un mínimo de 45 minutos de participación- y lo ha cumplido. Sin embargo, el argentino ha decido utilizar una rendija contractual. Aunque el club ni confirma ni desmiente, su salida está pactada en una cantidad próxima a su ficha, entre dos y tres millones de euros, perfectamente asumible para el Inter, que además le pondrá un gran contrato. Salvo cambio de rumbo inesperado, Banega probará su talento en Italia.

La mezcla perfecta y el listón

Banega tenía el listón alto. Llegó a Sevilla para hacer de Ivan Rakitic y ha cumplido. El argentino es el ´fútbol´ del conjunto nervionense. Sigue fijo y su compromiso es total. Emery le ha procurado el ecosistema perfecto. Krohn-Dehli parte desde la banda, pero es un socio creativo ideal. Krychowiak llega a todo por delante de la defensa. NZonzi ha ido a más, barre todo lo que barre Éver, impone su altura en el juego aéreo y también va para arriba.

Monchi tiene perfilado el plan. Llegarán dos jugadores para esa zona de enlace, con dos perfiles. En la agenda mandan los belgas: el joven Praet (más mediapunta) y Sven Kums, motor del Gante? que eliminó a Valencia de la Champions.

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