La diferencia entre cuajar o no como entrenador está en los resultados, en el rendimiento; en convencer y ganarse la confianza de los jugadores. Cuatro partidos después, parece que Pako Ayestaran va por buen camino. La misma plantilla parece otra. El entrenador beasaindarra ha cambiado el juego, la intensidad, la mentalidad, la felicidad, la motivación y el ambiente del Valencia. Tanto, que varios futbolistas parecen resucitados. Parejo, Mustafi, Abdennour, Fuego, Santi Mina… Todos están enchufados. Ante el Eibar Paco Alcácer tuvo la noche que necesitaba para reivindicarse, marcó tres goles que son pura confianza, y la dupla de la banda derecha Rodrigo-João Cancelo estuvo formidable. El atacante hispano-brasileño y el lateral derecho desarmaron al Eibar.

Rodrigo y Cancelo tuvieron protagonismo en todos los goles. La acción del penalti de Dani García sobre Parejo -transformado a la segunda por Paco- está precedida de una asistencia de Alcácer, que recibe el balón desde la derecha, de Rodrigo. En el segundo gol de Alcácer, Cancelo se gustó regateándose todo en el área antes de poner la asistencia. Rodrigo, fue el encargado de lanzarlo. La acción que sirvió para culminar el hat-trick de Alcácer parte de una nueva combinación de Cancelo y Rodrigo; el tuya-mía en la banda derecha concluyó con un centro fantástico de zurda del hispano-brasileño. Paco sólo tuvo que poner la cabeza. El festival terminó con otra acción de ‘Rodri’ y Cancelo. El delantero encaró a su marcador lo hizo recular y en el momento justo, João irrumpió por la izquierda buscando el área, Rodrigo le cedió el balón y el lateral portugués entró como un cuchilló en la mantequilla para resolver con enorme calidad, mano a mano, ante Riesgo. La sociedad fue una barbaridad en ritmo, velocidad, conexión y acierto.

No es sencillo encontrar un partido del Valencia en el que la banda derecha tenga influencia absoluta en todos los goles. Rodrigo se fue sin marcar pero dejó dos asistencias. Probablemente fue el mejor partido del hispano-brasileño en el Valencia. Cancelo ha tenido fogonazos brillantísimos está temporada. El lateral derecho es un espectáculo cuando está a tope y ayer se coronó con un gol y una asistencia. Mendilibar intentó frenarlos sin éxito, primero con Juncà y después con Lillo. Nada funcionó en la noche del ‘jogo bonito’.