Valencia-Real Sociedad, el partido que abrirá este viernes la última jornada de Primera división, supondrá la despedida de la Liga española de Carlos Velasco Carballo, obligado a dejar el arbitraje por edad (45) al término de esta temporada cuando concluya su participación en la Eurocopa.

El colegiado madrileño repetirá como representante arbitral español en el torneo que albergará Francia del 10 de junio al 10 de julio, donde pondrá fin a una carrera de casi treinta años dedicada al arbitraje, que incluye también el Mundial de Brasil 2014, la Eurocopa de Polonia y Ucrania 2012 y el Mundial de Clubes 2013.

Mientras preparaba esta semana su último partido liguero, Velasco se preguntaba si va "a saber vivir sin arbitrar", algo que hace desde 1987, por influencia de su amigo el excolegiado Antonio Rubinos Pérez, y que convirtió en su profesión cuando dejó su trabajo en una oficina de ingenieros allá por 2009.

Nacido en Madrid en 1971, Velasco Carballo debutó en Primera división en el año 2004; es internacional desde 2008 y árbitro de categoría elite de FIFA desde 2011.

Su carrera está inundada de citas internacionales pero condicionada por el éxito de los equipos españoles en Europa, que le han privado de dirigir grandes finales continentales.

Pese a ello y además de las ya citadas, su currículum incluye también la final de la Liga Europa 2010-2011 que jugaron Oporto y Braga y la semifinal esa misma temporada entre Schalke y Manchester de la Liga de Campeones, competición en cuya final acompañó como cuarto árbitro al portugués Pedro Proença.

La trayectoria de Velasco también ha estado marcada por su condición de madrileño, que le ha privado de los grandes derbis de la capital, los "clásicos" entre Barcelona y Real Madrid y los enfrentamientos de Barça y Atlético.

Hace un año pitó la final de Copa que enfrentó a Barça y Athletic en el Camp Nou y uno de los árbitros que le acompañará en Francia 2016, el madrileño Carlos del Cerro Grande fue confirmado como árbitro de la final que la semana que viene jugarán Sevilla y Barcelona en el Vicente Calderón.

El inaugural Polonia-Grecia y el Dinamarca-Alemania fueron sus dos encuentros en la Eurocopa 2012, dos años antes de debutar con el Uruguay-Inglaterra en el Mundial de Brasil 2014, en el que permaneció hasta su conclusión y dirigió también los enfrentamientos Bosnia-Irán y Brasil-Colombia, éste de cuartos de final.

Currante, estricto pero dialogante, metódico y perfeccionista son algunos de los adjetivos que ha utilizado a veces para definirse un árbitro que dice ser "de la generación del barro" y que tras la despedida en Mestalla tendrá en Francia una oportunidad de demostrar que el estricto criterio de la edad obliga a prescindir del número uno del arbitraje español.