Del Cerro Grande señaló el final del partido y el Villarreal, después de haber ganado 0-2 en Mestalla, tenía ya en la mano el cuarto puesto y la clasificación para la próxima edición de la Champions League asegurada. El Athletic de Valverde está alejado a seis puntos y con el goalaverage en contra. Fernando Roig, presidente del Submarino, estaba en el césped para fundirse en un abrazo con el entrenador, Marcelino García Toral.

¿Qué se dijeron al oído en ese momento? «El ‘presi’ y yo nos dimos la enhorabuena mútuamente. No sé quién de los dos estaba más contento, estamos muy satisfechos por lo que ha hecho el equipo, hemos dejado al Valencia a 20 puntos, al Sevilla a 12... dos auténticos plantillones. Muchas veces a los buenos futbolistas les tienen que adornar otros valores que los nuestros han demostrado cada día de competición», respondió Marcelino. Unas preguntas antes el técnico decía que no estaba en la sala de prensa «para valorar al rival». Sin embargo, de una forma más sutil parece hacerlo en el final de su última contestación. Marcelino sacó por pecho por todo lo que el Valencia no ha conseguido y que, más tarde, radiografió Pako Ayestaran: Una evidente falta de competitividad permanente cada jornada.

Según Marcelino, el Villarreal puso «rúbrica a una temporada extraordinaria en la Liga». «A dos jornadas del final hemos asegurado Champions y creo que tiene mucho mérito lo que hemos hecho», comentó. «Hemos ganado a otro gran equipo y, por todo lo conseguido, le doy las gracias a esta extraordinaria plantilla que nos hace felices a técnicos, afición y dirigentes del club», continuó.

Alabado por el éxito de las rotaciones el asturiano recordó que esa es una práctica habitual: «Tenemos una idea de juego que queremos que compartan todos los jugadores. Todos los jugadores son partícipes de este éxito por igual. Todos han mostrado sacrificio y confiamos en todos ellos». Preguntado por un final en el que los amarillos bajaron una marcha, quizá, pensando en Anfield, apuntó: «No es cuestión de hacer leña o no, el partido estaba controlado y nos daba ser cuartos».