Han sido muchos meses con un nivel de rendimiento mínimo demasiado bajo para no sentir su impacto al más alto nivel, justo ahora que las selecciones preparan la Eurocopa. Shkodran Mustafi es un fijo para Joachim Löw y ahora es mejor futbolista que hace dos veranos, cuando fue la primera alternativa defensiva en el equipo que se proclamó campeón del mundo en Brasil. Sin embargo, no ha llegado en el mismo punto de forma, físico y, sobre todo, mental. Al menos eso es lo que trasladan las últimas pruebas de Löw antes de debutar el domingo ante Ucrania (21 horas, Lille). Mustafi no ha jugado en los dos amistosos previos al torneo ante Eslovaquia (derrora, 1-3) y Hungría (victoria, 2-0).

Mustafi no jugó en la última jornada de La Liga ante la Real Sociedad por unas molestias físicas. Puede que ese haya sido el motivo que lo ha descabalgado en la retaguardia de la Mannschaft. Si bien, lo cierto es que sus competidores directos por entrar en el once han llegado en mejor momento. Löw lleva tiempo alternando el 4-2-3-1 con el 3-5-2 y Mustafi, que competía con Rüdiger como primera entrada, se ha visto desplazado también por Benedikt Höwedes.

Alternativas para Hummels

Mats Hummels, pilar fundamental, llegó con una lesión muscular que lo mantendrá como duda hasta el segundo partido de la fase de grupos, quizás el tercero. En ese contexto, Löw ha probado fórmulas y jugadores, incluso contó con Joshua Kimmich como central por la derecha ante Eslovaquia, al más puro estilo Guardiola. En ese amistoso Rüdiger y Boateng también fueron titulares; luego entró Höwedes, lateral derecho titular ante Hungría. El seleccionador alemán ha anunciado que durante la Eurocopa hará rotaciones, de acuerdo con lo que exija el rival y con el estado de forma de los jugadores. Es una vía de entrada para Mustafi, que peleará con Rüdiger, Emre Can y Höwedes por entrar en el lateral derecho también. En esa posición, parece la cuarta alternativa. Lo mismo que en el eje de la zaga.

Ante Eslovaquia, Mustafi estaba recién llegado a la concentración, pero la ausencia de minutos ante Hungría fue llamativa porque Löw se los dio a todos los operativos en el plano físico. Su último partido fue el 29 de marzo ante Italia, en el que tuvo una actuación sólida. El banquillazo llama la atención.