García Pitarch está trabajando para rearmar al Valencia desde atrás hacia adelante este mercado de fichajes. El director deportivo y Pako Ayestaran coinciden en la convicción de regenerar el tejido competitivo, estabilizar el equipo con veteranía y sentimiento de pertenencia y componer una plantilla con un marcado carácter aguerrido. La idea es que conecte y que represente. Y en esa planificación, trazada en los despachos desde hace semanas, la defensa es uno de los argumentos principales. Suso tiene clara cuál es su retaguardia. Y tanto Albiol como Gustavo Gómez, los centrales por los que se negocia con Nápoles y Lanús, tienen reservado un protagonismo clave en la misión de relanzar al Valencia. Ambos encajan a la perfección en la hoja de ruta. Su llegada añadiría cemento. Pese a su edad -23-, el paraguayo calza rol de líder con su país y en su equipo. Apodado «capataz» o «patrón», Gómez responde al prototipo de central de pierna dura: contundente y agresivo. Albiol, al que no hace falta descubrirlo, atraviesa una etapa de madurez que ha sacado su versión más destacada.

Así juega Gustavo Gómez

Así juega Gustavo Gómez

Pako Ayestaran entiende la defensa a partir de atacar mejor. Tanto uno como el otro reforzarán el nivel de seguridad y, si su adaptación sigue los términos adecuados, algo que en el caso de Albiol se da por supuesto, tendrá un efecto positivo sobre el funcionamiento colectivo del equipo, lo empujará unos metros hacia adelante. El Valencia no ha carburado al nivel que se esperaba y, más allá de que ninguna parcela ha estado a la altura, ni tampoco ha habido grandes individualidades más allá de la portería, la defensa ha dejado momentos para borrar del anecdotario de un club como el de Mestalla. Solo Mustafi, y a veces, ha dado el nivel que se espera de un jugador del Valencia. Santos y Abdennour han rendido por debajo y no pasan el corte: los dos están en la lista negra.

Están en marcha

Albiol y Gustavo Gómez están justo en las antípodas respecto de lo que ha visto Mestalla esta temporada. El ´kaiser´ de Villamartxant está en un gran momento. Viene de cuajar su mejor temporada desde que aterrizó en Italia procedente del Real Madrid y a pesar de que queda libre en cuestión de meses el Nápoles está dificultando al máximo la operación precisamente porque lo consideran una pieza clave. Sarri, el técnico, le llama al teléfono móvil prácticamente todos los días porque es, junto a Higuaín y Pepe Reina, una de las ramas fuertes de liderazgo del Nápoles. Un futbolista que se ha hecho con el respeto del vestuario, que tiene ascendencia y que aglutina jugadores. Es lo que se busca para el nuevo Valencia. Este Albiol tiene perfil de capitán, Suso quiere que haga de Otamendi, que junto a hombres como Javi Fuego inculque valores perdidos como el compromiso a tiempo completo y la responsabilidad ganadora en el equipo. Él sería el líder de la defensa que prepara al Valencia. La referencia de un entramado defensivo en el que podría ir acompañado de Mustafi o del paraguayo y que permitiría volver a lanzar a los laterales, caso de Cancelo o caso de Gayà.

Ambos han notado la marcha de Otamendi, la pieza que hacía encajar toda la defensa del Valencia. Gómez es ese perfil, salvando las distancias. Su presencia es sinónimo de seguridad, de solidez y de soluciones en defensa. El central de Lanús no acomete riesgos innecesarios, una tendencia que se ha repetido este año -especialmente en el caso de Abdennour-, ni protagoniza fallos clamorosos en zonas de máximo peligro, una tarea que ha quedado a cargo de Aderllan Santos. Ellos son la defensa de Suso.