«Llevo más de tres décadas siguiendo al Bolonia y estoy convencido de que nunca hemos tenido un jugador con este potencial y con estas características, por eso espero tantísimo de él y por eso mantengo que puede ser un golpe de mercado enorme». Son palabras de Pantaleo Corvino, el director deportivo que apostó por Amadou Diawara cuando sólo había jugado 15 partidos en el San Marino, club de la Lega Pro, categoría equivalente a la Segunda División B italiana. Fue en julio del año pasado, unos días después de que el guineano cumpliera los dieciocho. El club emiliano invirtió una cantidad en torno a los 800.000 euros. Una temporada después, el diamante está tasado en 10-15 ´quilates´. Además del Valencia, Tottenham, Bayern, Manchester City, Schalke y Juve han seguido con atención su evolución; Nápoles, Roma y Sevilla están interesados en contar con sus servicios.
Por edad y por trayectoria, Amadou Diawara es una de las apariciones más potentes de la temporada en fútbol europeo de primer nivel. Obviamente, no es un jugador perfecto, al contrario, realmente tiene muchas aristas por rematar, pero tiene un potencial colosal y su talento -físico, técnico y táctico- está por encima de la media. La personalidad que demuestra, la naturalidad y la madurez con la que interpreta el fútbol resultan sorprendentes. No hace tanto tiempo, Amadou estaba jugando en un equipo de parroquia en Conakry, hace unas semanas cerró un primer curso en Serie A (34 partidos) realmente esperanzador. Yaya Touré es el espejo donde se mira y en Italia le comparan con Marcel Desailly, entre los dos hay un mundo. Diawara no tiene demasiado que ver, con ninguno; tiene sello propio y esa es la mejor noticia.
El molde y los prejuicios
Lo que más llama la atención de Amadou es como se ordena en función del balón, sorprende por como se ofrece y toca, toca y se ofrece. Juega con la cabeza levantada, casi siempre en corto. El joven guineano es capaz de romper en conducción y salir a morder en la presión, pero es un mediocentro ancla, actúa por delante de la defensa y da continuidad a la jugada con solidez, ofrece una salida limpia y articula el juego. El ataque posicional le brinda el contexto ideal para exprimir sus condiciones.
Diawara no es el clásico mediocentro africano agresivo, explosivo e irreflexivo, aunque en ocasiones es demasiado impetuoso. No es un especialista en la cobertura defensiva, aunque sí tiene capacidad de trabajo, anticipa con acierto y destaca por su sentido de la posición. Todavía le cuesta ganar duelos tierra-aire, pero tiene un físico espectacular por desarrollar. Le falta llegada al área rival, verticalidad y afinar su disparo de media distancia, aunque tiene capacidad para cubrir mucho campo. En el marco del Bolonia, no ha sido el jugador con más balones recuperados, tampoco ha sido líder en despejes o tackles. Los números dicen que Amadou ha brillado como primera referencia creativa por delante de la defensa. El guineano ha sido el número uno en pases por partido (47,9 con un acierto del 84,2%), un guía para sus compañeros por carisma extraordinarios, sobre todo, para un chico de 18 años.
Un fichaje diferente
¿Recuerdan al Seydou Keita del Valencia? Amadou tiene un aire, pero con 18 años y 17 años de diferencia y 450 partidos menos en la élite. La experiencia llegará con el tiempo, lo que está claro es que Diawara tiene un potencial brutal por refinar. Diawara es un futbolista especial y García Pitarch ha debido adivinar en él un crack auténtico. La apuesta es distinta a otros nombres en cartera. Ignacio Camacho, Gustavo Gómez, Raúl Albiol o Filip Kostic, son jugadores indiscutibles desde el punto de vista del rendimiento objetivo. Pese a todo, el guineano ha terminado entre los once mejores jóvenes de la Serie A según el ranking de los cronistas de La Gazzetta dello Sport (ver gráfico) en su primera temporada, después de un salto de dos categorías, todo en edad juvenil. No fue fichado para ser titular y ha superado alternativas de todo tipo como Crisetig, Matteo Brighi o Erick Pulgar.
Versión completa
En el Bolonia ha tenido la confianza total de Roberto Donadoni y se ha aprovechado de la experiencia de un fare tutto como Giaccherini, del recorrido de Saphir Taïder o el ímpetu de Donsah para brillar. Atalanta, Udinese, Palermo, Empoli... Entre los partidos imprescindibles de esta temporada es básico repasar la visita de la Juve al Dall´Ara por rival, contexto y despliegue. El campeón de Italia no pudo pasar de un empate a cero -después de una racha brutal de 15 partidos ganando- con actuación estelar de Amadou, que repartió 51 pases por delante de la defensa, recuperó 10 balones, liquidó a Pereyra (sustituido por Allegri al descanso) y centro su atención en Marchisio, ejerciendo una presión magnífica sobre el creador juventino.
