"¡Camacho, quédate!". La Rosaleda bajó el telón de la temporada con una victoria ante la UD Las Palmas (4-1) y durante todo el partido se repitió el cántico. Ignacio Camacho es el macho alfa del Málaga y la afición reclamó su continuidad, con pancartas y de viva voz. Las imágenes al final del partido fueron sintomáticas: olieron a adiós por las dos partes. No es la primera vez que sucede, su hipotética salida está encima de la mesa desde la misma temporada de su llegada, pero en esta ocasión parece que será la definitiva. Con 26 años, su evolución reclama un salto, aunque él está tranquilo y todo se mantiene abierto. Nada se puede dar por hecho (pese a los rumores), incluso su continuidad en un club que estima y una ciudad que ya es su casa. Sin embargo, tras el partido, durante los actos de despedida, los gestos de los compañeros eran especiales, también su rostro; hasta terminó dándole un beso al césped. No pareció un hasta pronto.

El centrocampista maño está en la agenda de García Pitarch, pero el Valencia no es el único club que pretende sus servicios. El Leicester de Ranieri, el Liverpool y el Atlético de Madrid también están pendientes de los acontecimientos. La operación no es fácil. El jugador tiene contrato hasta 2019 y una cláusula de rescisión de 20 millones de euros. Si bien, el Málaga vendió el 45% de sus derechos a un fondo de inversión que puede obligar a cerrar su traspaso si llega una oferta de, mínimo, 12 millones de euros. El club de Martiricos lo fichó en el mercado de invierno de 2011 por un cantidad cercana a los dos millones de euros, tiene el negocio asegurado, pero la multipropiedad restringe los beneficios. Hoy, 12 millones de euros son un valor calidad-precio asumible para las potencias de la Premier y también para el Atlético, pero falta saber cuál es el margen de maniobra que Lim concede a Suso para afrontar operaciones así y si en esas condiciones el futbolista interesa. En Málaga lo tienen claro: Camacho es un jugador de alto nivel y está listo para comandar la medular de un grande.

Los técnicos del club costasoleño tienen asumido que este será el verano de su venta y le están buscando recambio; se habla de Roque Mesa y también de la vía Javi Fuego. El curso pasado hicieron caja con Juanmi, los ´samueles´ o Darder, pero ahora sólo tienen a Rosales, Ochoa y Camacho, también Juanpi, pero cuentan con retenerlo, al menos un curso más. El jugador fue claro tras el partido: espera decidir sobre su futuro y salir del Málaga por la puerta grande, aunque mostró dudas sobre su fuerza en la operación. Camacho es ambicioso, su trayectoria reclama un salto más, pero también siente que puede tener otra temporada más en Málaga, por cuestiones familiares. Por el momento, el jugador empezó las vacaciones tranquilo.