Cerrado por la paralización de las obras desde hace años, el recinto donde se construye el Nou Mestalla alberga una colonia de gatos a los que los vecinos del barrio llevan cada día comida y agua. Eso era hasta que hace unos días, tal como denuncia la Asociación Colonias Felinas de Valencia Ciudad y Pedanías en su perfil de Facebook, el único hueco existente en la valla por el que les introducían los víveres fue cerrado a cal y canto, quedando los animales encerrados.

Tenían que hacerlo de noche y a escondidas, porque existe todavía una ordenanza municipal que prohibe alimentar a los animales en la vía pública. La asociación denuncia que esta colonia de gatos que habitan en el interior del estadio, muchos de ellos prácticamente 'bebés', corren serio riesgo de morir si no se vuelve a abrir la valla. "Llevan ya dos días sin comida ni agua" con temperaturas por encima de los 30 grados, una situación que no podrán soportar por muchas horas más. Por ello, suplican al ayuntamiento, al Valencia CF y a la empresa constructora que actuen lo antes posible para evitar el desastre.

Precisamente, el ayuntamiento de Valencia ha puesto en marcha recientemente el llamado Plan Felino, que tiene como objetivo controlar las 500 colonias de gatos que se estima hay en la ciudad y alrededores para que no crezcan sin control. Un plan que incluye la esterilización de las gatas y también "garantizar que las 500 colonias de gatos tengan acceso a comida y agua", según manifestaciones de la concejala de bienestar animal Glòria Tello.

Las colonias de gatos contribuyen de una manera decisiva al control de plagas, en especial de ratas. Los vecinos y miembros de la asociación que se estaban ocupando de alimentar a los animales ejercían también un control de natalidad, llevando a esterilizar a los gatos que se dejaban capturar y corriendo la mayoría de veces con los gastos.